Me dejé

 Te conocí y me dejé de escribir. 

Utilicé este espacio como el lugar en el que me desbordo. No puedo aguantar más de Amanda y desbordo. Lo hacía aquí. 

¿Dónde lo hacía estos 7 años? Desbordaba por fuera. 

Al leerme hoy supe lo importante que es, desbordar en el lugar adecuado. Pero me dejé. 

Me dejé llevar, me dejé querer, me dejé vivir, me dejé ser feliz, me dejé crecer, me dejé cambiar... 

Dejé que desbordarse de mi misma en cualquier lugar y me olvidé de esa parte de mi. Es como que lo que desborda fuera de aquí no ha existido. ¿Dónde está toda esa Amanda que desborda si no es aquí? ¿Dónde ha ido a parar? 

Me dejé y no estuve, eso de mí que desbordaba ha desparecido, se ha esfumado... Me eché de menos. 


De respirar.....

Escrito un Marzo de 2012.


"Hola, te había estado buscando toda mi vida sin quererlo. No sé como he podido respirar hasta ahora. Me ha faltado aire todo este tiempo. No sabía donde estabas, y he estado vagando de bar en bar, de ciudad en ciudad, de cama en cama, hasta encontrarte.
Ni siquiera tenía claro que existieses. He mendigado por un poco de cariño, por que no sabía que tu estabas ahí, lejos pero ahí. No logro verte ahora, pero sí siento que te tengo cerca. El día en que pueda abrazarte, pienso soltar todo este aire, suspirar, y quedarme inmóvil. He vagado sola por el mundo, he llorado muchas noches en la cama, y he estado enamorada de mi vida como de ninguna, sin ti. Soy demasiado sensible, y amo todo en la vida con una facilidad horrible. Como si se me fuese la vida en ello, hago mío todo lo que veo. Una planta, un cuadro, un paisaje, un papel. He sufrido. Y ahora que te siento cerca tengo ganas de salir corriendo. El día en que te vea, te miraré a los ojos con nobleza y empezaré a llorar por todo lo que no he llorado este tiempo. Tu te asustarás, y no entenderás nada. Pero es que te he echado tanto de menos, antes incluso de tenerte... Alguien con quién mi corazón pueda hablar en silencio, y logre entenderme. Que me cuide cada noche, me abrace sin pedirlo y pueda dormirme en paz sin tener miedo a que deje de hacerlo. Que logre sacar todo este dolor que llevo dentro, y me pesa. Que no pregunte porque lloro, ni cuestione mis verdades.
Ya me ha pasado más veces, meter a alguien en mi cama y acurrucarme en una esquina esperando que las horas pasen en silencio para salir corriendo. Soy incapaz de sentir nada. Estoy esperando a encontrarte de una vez, y mientras tanto no puedo hacer otra cosa, porque soy incapaz de sentir nada. Nunca me he sentido querida, y he querido más que a nadie. Paradojas de la vida. Hoy es Septiembre. Es un septiembre largo..."



Un Enero de 2014; respiro, suelto el aire... Ya está a mi lado.

Anonimato social en Finlandia....

Por mucho que google mejore la interfaz, no me vienen las ganas de escribir.
Será el inglés, la nieve, el cable de internet o las ganas de recibir el anonimato social.
ANONIMATO SOCIAL....
Algo más que añadir a mi aprendizaje constante, vivir rodeada de sujetos hace que valore más aún que antes, mi amada y preciada soledad.
Es curioso como, vivir con alguien con quien quieres, hace que aprendas a diferenciarte aún más si cabe. Buscar en todo comportamiento el detalle que marque esa diferencia, en toda palabra o en todo gesto, y abogas hacia ti mismo: que diferentes somos...

En verdad, el hecho de vivir con alemanes, coreanos, franceses, chinos, austriacos y daneses, sólo me ha enseñado algo: somos todos tan diferentes.
Buscar la igualdad, es imposible, por el simple hecho de que ya en la estructura y de lejos, se nos ve la diferencia. Aprender a aceptarlo y entenderlo es sólo un paso más a la equidad.

He aquí Yo, y el Anonimato Social. Tratar de difuminarme un poco, pues últimamente no encuentro el sitio ni las ganas de relacionarme, ni de buscar la equidad ni de entender las diferencias. Me gustaría ser anónima para ir por ahí sin nombre y sin historia. Una página en blanco a escribir. Poder decir: mi vida empieza aquí, hoy y ahora, un 23 de Enero de 2013.

Últimamente ha salido el sol aquí en Finlandia, en verdad a pesar de los -24ºC que tenemos ahora, salir a pasear es lo que único que me aporta un ratito de soledad, porque a pesar de que vaya con alguien, mi mente desconecta y trato de dejar mi mente un blanco.



Los grandes éxitos fueron sueños.

Vivir en Finlandia Poéticamente Parte I.

Vivir en Finlandia es no difícil, tampoco es fácil.
Es como tener en tu boca ese sabor de caramelo, y no poder acabar de saciarte nunca.

Debes ser aventurero, y tener ganas de sobrevivir a tempestades.
La gente de sonríe gratuitamente, y siempre están dispuestos a ayudarte.
Del mismo modo te sientes solo, la falta de luz no ayuda demasiado...

Nunca he tenido problemas en vivir sola, de hecho me gusta vivir sola...
Pero la soledad a veces implica...
 Implica...

Implica...

Te quise, como quieres cuando te vas.
Te quise, como quieres antes de deshacerte en mí.
Te quise, como quieres cuando alguien falta.
Te quise, como quieres cuando sabes que no voy a ser la misma.

Ahora quiero, como cuando sabes que nunca se irá.
Ahora quiero, cuando se hace conmigo.
Ahora quiero, cuando está.
Ahora quiero, como cuando quieren sin importar la levedad.


El amor es un estado del corazón

Sí. Lo es.

Cuando veo este suelo/cuando camino sobre él/cuando estoy sola/cuando imagino/cuando sueño/cuando vivo/cuando acaricio/cuando busco/cuando escucho/cuando quiero amar/siento que amo/estoy viva/y sufro.

Ni se busca/ni se encuentra/ni se pierde/ni se deshace. Es un estado del corazón. En el que todo está lleno de amor, y no lo sabes pero lo sientes, ni siquieras puedes explicarlo y ni siquiera lo compartes. Ni siquiera hay nadie a tu lado, y ni siquiera te sientes sola. Ni siquiera creías en el amor, y ni siquiera creías que fuera a tocarte a ti.

Es la libertad de poder elegir con quién quieres compartir este estado del corazón, a quién se lo quieres regalar. Es la libertad de tenerlo y darlo. Es la libertad de dejarlo fluir, sin importante mucho las apariencias, solo lo dejas...

El amor, es un estado del corazón. Ni se busca ni se encuentra ni se pierde. Siempre ha estado ahí, unas veces tu misma te dejas sentirlo, y otras veces ni siquiera sabes que está.