Me escriben.

En el Futuro caben pocas cosas.
Un lapiz, un papel.
Una fotografía de un lugar perdido.


Puede que haya una infinita y remota posibilidad de que quepa una caricia o un abrazo.
Una sonrisa, una canción.

No creemos que puedas llevarte todas las canciones.
Ni todos los libros compartidos.

Menos aún, una persona.