espera y pregunta...

Es como un centinela -esto es necesario entenderlo- en pie para defender esa porción
de mundo de la invasión silenciosa de la perfección, pequeña hendidura que agrieta esa espectacular escenografía del ser.
Puesto que siempre es así, basta con el atisbo de un hombre para herir el reposo de lo que estaba a punto de convertirse en verdad y, por el contrario, vuelve inmediatamente a ser espera y pregunta por el simple e infinito poder de ese hombre que es tragaluz y claraboya, puerta pequeña por la que regresan ríos de historias y el gigantesco repertorio de lo que podría ser, desgarrón infinito, herida maravillosa, sendero de millares de pasos donde nada más podrá ser verdadero, pero todoserá- como son los pasos de esa mujer que envuelta en un chal violeta, la cabeza cubierta, mide lentamente la playa, bordeando la resaca del mar, y surca de derecha a izquierda la ya perdida perfección del gran cuadro consumando la distancia que la separa del hombre y de su caballete hasta llegar a algunos pasos junto a él, donde nada cuesta detenerse- y en silencio, mirar.


Mi Oceano Mar.

Donde nada cuesta detenerse...
Echo de menos el olor.
Echo de menos las sonrisas
las cucarachas,
hacer la cama y deshacerla.
Esperarte.
Soñarte.
Quererte.

Echo de menos los recuerdos,
echo de menos la confianza,
echo de menos creer...

Echo de menos los abrazos,
echo de menos las manos,
echo de menos los momentos.

Echo de menos los minutos,
echo de menos la música.

Echo de menos cuando nos quedábamos hasta las tantas hablando delante de 2 cervezas.
Echo de menos la primera vez que fuí a Madrid y me acariciaste la mano en el coche.
Se convirtió en un ritual, y lo hacías siempre que conducías.
Echo de menos la terraza y las estrellas.
La luz de esa ventana.
Echo de menos el árbol.

Echo de menos la luna y el mar.
Echo de menos tu voz.
Echo de menos cantar contigo.
Echo de menos tenerte a mi derecha mientras camino.

Echo de menos todo lo que recuerdo de ti.
Siempre te había echado de menos.
Esto no es nada distinto.
Lo distinto, es saber que yo no pertenezco ni al aire que respiras.

Llevo casi dos semanas sin respirar,
y acabo de soltar todo el aire ahora.
O quería ahogarme, o tenía miedo de soltar el aire.
No sé cual de las dos cosas.

Me gustaría que esto desapareciese,
voy a darme un baño aunque sean las 3 de la mañana.
Para dejar que se vaya todo lo que acabo de soltar,
con el agua,
que desaparezca...
Necesito que el agua una vez más,
recorra mi piel de arriba a abajo,
que bese cada pliegue,
cada rincón, cada párpado...
Y se lleve todo esto.

Ya acabo de soltar todo el aire.
Me queda respirar.

Nunca había sido tan sincera.
He estado esperando este momento,
casi podría decirse que toda mi vida.

En que ya has pasado por todos los estados
y te encuentras con tu vida en blanco y todo el pasado perdido.
No hay un solo ruido.
Todo se oye.

Sé que no esta del todo bien.
Pero es real.
Era imposible, pero ha sido posible.

He estado esperando este silencio,
toda mi vida.
Era solo cuestión de tiempo.
Pero así me tenia que encontrar,
perdida y con peso a mi espalda,
para ayudarme a cargar con ella.

No hace falta decir nada,
me han mentido, no hace falta entenderse.
No sirve de nada entenderse.
No nos entendemos en absoluto,
pero tu me buscabas y me encontraste cada día.
De una manera u otra, nos buscábamos.

No hace falta nada.
Solo aparecer en el preciso momento,
y no irse. Agarrarse fuerte de una mano y caminar.
No soltarse.

Hace falta que me queden bien los pijamas de talla XL de mi padre,
algo de tiempo, sonreír.
Buscar mi cara entre tanta gente.
No juzgarme.
No querer cambiar nada de mí.

Hace falta, poco,
porque voy a agarrarme tan fuerte de esa mano.
Agarrarse fuerte...
no porque yo sea la única mano que está ahí,
si no porque en verdad, mi mano es la más fuerte.
Esa que nunca ha de soltarte. Pese a las tormentas,
la lluvia, el granizo, el frío, incluso aunque me quemes...
Una vez me la des, si merece la pena,
no voy a soltarlo.

Es que a mí ya me han soltado tantas veces,
que sé que no merece la pena maldecirse.
Solo pensar, que una vez entras en este silencio,
vas a estar más atento, más sensible,
conocer mejor a las personas.
Por eso lo sé.

Sé que, si agarras mi mano ahora,
no vas a soltarla.
Aunque nunca hayas estado aquí.
Pero es que has estado,
cuando más lo necesitaba...

En este momento.
Hoy. Ahora.

Nos recuerda que estamos en movimiento

El circo de Alexander Calder me hace sonreír.




Creó nada menos que 55 actores, cada uno de ellos con la posibilidad de movimiento. Había payasos, trapecistas que volaban, caballos que sabían galopar, equilibristas que se subían al monociclo, perros que saltaban, un elefante que echaba agua por la boca, domadores, levantadores de pesas, leones y canguros.

El circo llegó a tener tanto éxito, que su dueño comenzó a viajar a otras ciudades para hacer presentaciones. En cinco maletas transportaba ese mundo prodigioso que se desplegaba como un micromundo ante los ojos de los curiosos.

Periódicamente el escultor abría la pista de su Cirque Calder, que fue degustado por artistas e intelectuales desde su estreno en París en 1926 (Jean Cocteau, Fernand Léger, Piet Mondrian, y Joan Miró fueron algunos de los adeptos), y prácticamente no dejó de hacerlo a ambos lados del atlántico hasta su muerte en 1976.

Era como un niño.

Algo así como el pan




El pan NEUTRALIZA el sabor de los demás alimentos, lo borra y por eso figura en todas las comidas.
En toda obra de arte se requiere algo así como el pan, para que pueda producir efectos DIFERENTES, efectos que si se sucedieran de un modo inmediato, sin descansar ni un momento, cansarían pronto y producirían náuseas, lo que impediría un largo banquete de arte.......


Foto: Regalando mi mejor sonrisa.

Posdata: Hoy soy super feliz, me han regalado 2 Principitos.

Mucho más sencillo


La vida es mucho más sencilla.
Basta con poco.
Con nada más que una voz.

La vida es mucho más sencilla.

Es una voz y poco más...
y cuando se desvanece
aparece paulatinamente la razón.

Cae despacio,
sin nada más que mi yo desnuda.
Resbala por mí.
Es casi como el agua.

Ha empezado en el corazón
y se ha dejado caer hasta los pies.

Está ahí en el suelo la razón,
nadie la quiere ver.

Mi yo desnuda sigue con los pies en suelo.
Ya ha pasado despacio por cada rincón,
cada curva, cada lunar, cada pliegue.

La vida es mucho más sencilla.

Es casi un color,
casi una sonrisa,
casi una voz.
Casi una palabra.

Pero no llega a ser nada,
poque no es nada más que eso,
vida.

Y no hay que hacer nada más,
que esperarla de pie,
desnuda,
dispuesta a que recorra cada pliegue y cada curva,
que bese cada rincón,
que huela cada parte de mi piel.

La vida es eso.
Como cae la razón dentro de nosotros mismos.
Buenas Noches.

Soy la alegría de Amanda.
Llevo unos cuantos días sobreviviendo a mares y océanos.
A lecturas insufribles y recuerdos tristes.
He estado encerrada en la habitación
con el bonsai, deseando escaparme por la ventana
para poder regalarme al mundo.

Hoy Amanda me ha sacado a pasear POR FIN.

Alguien le deja un Kinder Bueno de chocolate blanco
en la mesa de la biblioteca todos los días
desde hace 4 días.

Un gesto tan sencillo, y Amanda, por fin,
quiere despertar.

Y me ha sacado a pasear.
Tenía tantas ganas de llegar a la mesa y ver el Kinder Bueno,
que se ha puesto guapa,
su camiseta verde preferida,
su colonia de bebes,
y ha entrado con una cara sonriente.

Y allí estaba, el Kinder Bueno encima de la mesa,
de chocolate blanco.

No sabemos el porqué, pero es de chocolate blanco.
Mientras se lo come, le dice con la mente:

- No hace falta...

Y contestan:

- Ya, pero sé que te gusta. Veo tu cara cuando ves ahí el paquete,
y me hace tan gracia, que cuando te vas lo compro.

Gracias.
Al anónimo del Kinder Bueno.
Los días se hacen más llevaderos.

14 de mayo.

Se perdieron el valor de las palabras.

El 14 de mayo, yo creía en las palabras.
Confiaba en sus palabras.

Hoy es día 24, y todo se ha quedado en nada.
No estoy enfadada, lo prometo.
solo siento tristeza.
10 días deben ser suficientes...
Si Willy Fog pudo dar la vuelta al mundo en 80 días,
en 10 días pueden hacerse muchas cosas no?


Tengo el corazón triste.

Creo que voy a dejar de escribir.
Porque esto no son mas que palabras,
y lo siento, he dejado de confiar en las palabras.

No tengo ganas de leer.
Nunca creí que diría esto,
pero no tengo ganas de leer.
Así que quiero dejar de escribir.
Sobre que iba a escribir, si ya ni leo.
Se están amontonando los libros,
los veo y pienso,
Amanda tienes que leer.

Ha medida que pasan las páginas, me doy cuenta de que ya no subrayo.
Me han dejado de importar las palabras.
Pasan las páginas y solo pienso: Amanda has sido una estúpida.
Pasan y pasan... Amanda donde has dejado tu Océano mar, estúpida.
... Amanda otra vez, otra vez, otra vez, otra vez...
Amanda, nunca más. Nunca más. Nunca más, vuelvas a regalarle nada a nadie.
Nunca más, enseñes lo que llevas dentro.
Nunca más, hagas el amor a alguien.
Nunca más, nunca...

No me sirven los consejos,
no me sirve que nadie me diga nada,
no me sirve ni siquiera lo que tu digas,
no me sirve nada, porque yo soy feliz,
claro que soy feliz.

No me quejo. Mi vida es esta, y la quiero así.
No la cambiaría por otra.
Me encanta lo que hago,
me encanta como soy
y estoy orgullosa de ser así.
De haber hecho las cosas con el corazón, de verdad.

Pero las mañanas se me hacen pesadas,
las noches tristes,
las tardes eternas,
las mañanas horribles
y las palabras,
se han quedado en nada.

Los libros tienen polvo.
Sé que no pasa nada,
que algún día volveré a leer en la Alameda
y no voy a acordarme de nadie.
Sé que algún día podré escribir,
y sé que volveré a pintar.

Espero aprender a confiar de nuevo en las palabras.
Espero seguir siendo la misma Amanda.
Espero que no me haya convertido en todo eso,
que nunca he querido ser.

De momento hoy,
quiero dejar de escribir.

él.

Las fronteras políticas nacieron de una evolución histórica y étnica respetable, de un largo esfuerzo de unificación nacional. No es cuestión de borrarlas.
En otras épocas se las desplazaba a través de violentas conquistas o a través de fructíferos matrimonios. Hoy será suficiente con devaluarlas.
Nuestras fronteras dentro de Europa tendrán que ser cada vez menos una barrera en el intercambio de ideas, personas y bienes.

No se trata de fusionar Estados. Nuestros Estados europeos son una realidad histórica; psicológicamente sería imposible hacerlos desaparecer. Su diversidad es incluso muy afortunada y no queremos ni nivelarlos ni igualarlos.

Pero es necesaria una unión, una cohesión, una coordinación... Desde el punto de vista político un entendimiento duradero, orgánico, instituido entre los distintos países debe permitir la pacificación de una Europa dividida.

"Las duras lecciones de la historia han enseñado al hombre fronterizo que soy a desconfiar de las improvisaciones precipitadas, de los proyectos demasiado ambiciosos, pero también me han enseñado que cuando un juicio objetivo, largamente madurado, basado en la realidad de los hechos y en el interés superior de los hombres, nos conduce a iniciativas nuevas, incluso revolucionarias, aun en el caso de que choquen con costumbres establecidas, con antagonismos seculares y rutinas antiguas, es importante mantenernos con fuerza y perseverar.

Cada uno debe estar profundamente convencido de que nos necesitamos unos a otros, sin distinción por el rango ni por el poder de que disponemos.
Nuestros propios medios ya no están a la altura de nuestras necesidades.
Es una verdad amarga pero no tenemos el derecho de disimularla. No es ninguna humillación reconocer este cambio de situación.
Negarse a admitirlo sería la señal de un orgullo peligrosamente fuera de lugar.
El aislamiento no solamente se ha convertido en causa de debilidad, sino de decadencia"


Schuman. Por Europa.
Ya ha llegado la fase del impulso.

He visto con claridad
hacia donde me llevaba este tren,
y he decidido bajarme.


Estoy en la estación.
No llevo maleta,
solo una bolsa con libros.

No se si en esta estación
hay trenes que van en dirección contraria,
o si debo buscarme un destino distinto.

Me dicen que busque un destino,
voy a la recepción,
y tiene gracia, esta estación es el centro.
El centro de todo.
Buen acierto al bajar.

Eres libre Amandita,
libre para escoger destino,
el que tu quieras.

Le pido el billete.
Le digo:
- Por favor, que este tren no vaya en la dirección equivocada.
Me contesta una voz:
- Señorita, debe usted saber ver bien las señales. Todos los trenes indican hacia donde van, y el porqué. Se ha subido usted sin ver las señales.

- Puede ser, soy muy impulsiva y subo sin mirar, pero le pregunté a un revisor que estaba en la puerta y me dijo que el tren iba hacia X. Yo me fié de su palabra, pero el tren resultó ir hacia IN.
No me baje porque creí que iba hacia X, pero viendo el paisaje, ha llegado un punto de mi viaje que supe que viajaba hacia IN.
- Ese revisor creo que era un farsante, un vendedor de monedas, un ambulante. Ha tenido suerte esta vez, de bajarse aquí, y no haber llegado hasta IN, allí las cosas son frías, horribles. Nadie hubiese podido ayudarla a encontrar el destino acertado.
- Vaya...

Mi bolsa de los libros, pesa poco.
Acabo de descubrir lo que se me ha olvidado en el tren.
Viaja hacia IN.




FELICIDADES ;)
A la Hauptbahnhof...
Hoy es su cumpleaños.
Ojala dure unos muchos años más,
los suficientes para poder volver de nuevo.







Y puestos a Felicitar:

Felicidades a Sthepen Hessel,
Felicidades a Delito de Silencio,
Felicidades a mí misma, no es mi cumpleaños pero me lo merezco,
Felicidades a FRMT'S, porque estoy muy orgullosa
Felicidades...
a todas las personas que ayer estuvimos en la acampada !



¿Y si no viven mucho tiempo? No son estables, No permanecen.
¿y si dejan de empaparse paulatinamente de razón?
¿Su origen en la sin razón, pasa a ser lo más probable quizás?
¿Es que he dejado de percibir esa razón?
¿Es que creo que todo es un sinrazón y nada tiene ya sentido?

¿Tiene poco sentido por tanto, buscar un lápiz y escribir esto en un muro cualquiera de Berlín?

"todas las cosas que perviven mucho tiempo, van empapándose paulatinamente de razón, hasta que su origen en la sinrazón resulta improbable..."

Muros.

Construyen muros, para Aislar-se. Apartar-se. Olvidar-se. Dejar-se. Encerrar-se. Dividir-se. Odiar-se. Seleccionar-se.

Estoy cansada de los muros, de los sinrazones.
Necesito ser libre.
Deja ya de amontonar bloques, deja ya de construir muros.
Deja ya de amontonar lo que eres, para separarte del mundo que te rodea.
Sé libre.
Aporta algo bueno al mundo. No muros.

La voz que pudo ser remedio...
y, por miedo, no fue nada.



El Secretario General de las Naciones Unidas saludó la adopción del Estatuto de la Corte Penal Internacional en Roma el día 17 de Julio, como un “obsequio a la esperanza de las futuras generaciones y un paso gigante en el camino hacia la vigencia universal de los derechos humanos y el imperio de la ley”, y lo calificó como “una hazaña que nadie hubiese creído posible, hace solo unos pocos años”.


Libro de hoy:

"- Saber, prever, prevenir.
Actuar siempre de tal modo que configuremos un futuro, que inventemos un mañana acorde con la dignidad de todos los seres humanos.
Este compromiso con las generaciones venideras exige hondas transformaciones, cambios radicales, pero también conservar los valores esenciales que deben orientar nuestros rumbos y ser punto de referencia para responder a los grandes desafíos a los que nos enfrentamos.

Ha llegado el momento. Es tiempo de acción. De no ser espectador impasible.
El tiempo de silencio ha concluido.
De ahora en adelante, delito de silencio. "


HA VUELTO...


Foto: Siegesaule, renovada. ;)



Guiño Guiño Guiño,
buscando "eso" parecido al "Castor".


Aún no he visto la peli,
pero me ha hecho gracia el trailer.
A más de uno, le regalaría un Castor.
A mi misma, también:
para crear una distancia psicológica con los aspectos negativos de mi personalidad.

No es suficiente

No es capaz de aguantar las tormentas.
No es capaz de defirnirse.

No es capaz de ver mi esencia.
Esa esencia, que llevo dentro,
que he regalado durante 2 años
a personas que escupen su propio ego
porque no les cabe más dentro.

He desperdiciado lo mejor de mí.
Estoy orgullosa de mí y de todas las decisiones que he tomado.
No me arrepiento de nada,
solo de haber dado tanto.
Porque, no es suficiente para mí.
No esta a la altura de las circunstancias.

No es capaz de subir una montaña.
No aguanta mi tensión.
No es valiente.
No es capaz de canalizar su rabia.
No es capaz de tener prioridades definidas.
No es estable.
No sabe tratar a las personas.

No es suficiente
para el mundo que nos espera.


Amigo, las personas que estamos Indignadas de verdad,
las que tenemos ganas de cambiar el mundo,
tenemos todo eso que hace falta
para aguantar todos los cambios.

Porque antes de construir algo grande,
se necesita estabilidad,
se necesita una base sólida,
se necesita a alguien fuerte de verdad.

Tengo miedo.

"Miedo: es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado."


Tengo esa sensación horrible de repente. El miedo me alcanzó de pronto
y no me sale de dentro. Es la misma sensación de cuando fuimos en tren a Praga.
En mitad de la noche abrí los ojos y supe que no estábamos en la dirección correcta.
Ese susto.

Nos dimos cuenta de que íbamos en el tren equivocado, y tuvimos que bajarnos.



Ese miedo horrible de no saber a donde vas, de pensar en que si te bajas puede salirte mal; puedes acabar en la parada equivocada, donde no hay un tren de vuelta.

Pudimos haber decidido seguir, y ver hasta donde nos llevaba ese tren. Pero seguimos el impulso y nos bajamos, dejando en ese tren algo muy importante para mí. El Poster de Viena. Él decidió seguir...

Hubiese sido mejor sin duda, seguir, Praga resulto ser una mala experiencia en el mapa.
Quizás fue el destino, que nos dijo: - seguid hasta Polonia.

Hoy me ha pasado lo mismo,
en algún momento del día,
supe que este tren no es el que yo quería tomar.

No, no lo era sin duda alguna.
Pero me subí.
Veo el paisaje y me gusta, me encanta.
No se en que dirección voy.
No se si voy a querer bajarme en la siguiente parada.
No se si al bajarme voy a ser más feliz,
o me voy a encontrar de nuevo perdida.
No se si al bajarme me olvidaré de cosas importantes dentro,
o me bajaré con todos los bártulos.

No se si hay alguien más en el tren
o voy sola.

Estoy en la fase del susto, todavía no me ha llegado la del impulso.
No se si me sigues.



Foto: Trayecto de Praga a Berlín. El tren iba bordeando el río, y paraba en todas las estaciones de los pueblecitos que estaban en la orilla...
No se que fue lo más bonito, si el viaje en sí, o lo que vino después.
Hola vida.

Estoy cansada de dar tan vueltas.
¿podrías parar?

Al menos, dame algún descanso.
Podríamos relajarnos las dos,
y dar paso a todo lo demás.

¿Qué es lo demás?
Esa es la cuestión,
nunca sé que va a venir después.
Por eso sigo aquí , vida, escribiéndote - viviendo.
En el fondo me gusta tu modo de hacer las cosas,
tan repentino e inestable.
Un día abajo, otro arriba.
En eso nos parecemos.
Nos guiamos por impulsos,
hoy aquí,
mañana allí.

En que nunca sabemos el porqué.
En que somos impredecibles.

Escombrera.

A veces es necesario preguntarse
porqué las personas te ven de determinada forma.

A mí, me ven como una escombrera.
Y nunca lo había visto tan claro.
Soy una escombrera.

Es normal que me vean como una escombrera,
que si no otra cosa, habeis hecho las personas
mas que venir, y soltar vuestros escombros.

Y pretender que después de soltar la mierda
la escombrera siga dando flores,
es algo un poco ingenuo.
Es normal que en algún momento suelte mierda.
Pero no es más que aquella mierda que habeis arrojado VOSOTROS.
Sí, VOSOTROS, hablo de todos.




Lazy eye.
Yo:

Amanda, dueña y señora de mi corazón
y todos los órganos colindantes.
DICE:

- Hace exactamente mucho tiempo, alguien me saco esa foto.
Quiso sacarme el ojo, pero solo consiguió la foto. Era un día con tiempo raro.
Alguien quiso sacarme el ojo, porque decía que mis ojos eran bonitos y quería guardarse uno. Así que sacó la foto.
Nos sacamos tropecientas fotos de los ojos, sonriendo, de lado, un beso, un abrazo, enfado, cara rara. La cámara era nueva.
Nos sacamos fotos de cada parte de los dos. La primera fue la del ojo.
Yo era super feliz, creía en tantas cosas, confiaba en tanta gente.
Con una de las fotos de ese día, yo fabriqué un cojín. Era un cojín super raro, pero era un cojín. Me encantan los cojines. Así que, del día feliz, hice un cojín.

Como ha cambiado todo lo demás, pero el ojo, el ojo sigue exactamente igual que ese día. El cojín, puede que haya desaparecido, pero el ojo os aseguro que sigue igual.
Recuerdo las fotos, recuerdo la ropa, recuerdo el regalo, recuerdo lo que vino después, recuerdo lo que escribiste debajo del ojo, recuerdo la parada del bus, recuerdo que no nos importaba la gente.
Recuerdo muchas cosas de mi vida. Esa es una de ellas, la foto del ojo.
El ojo, el ojo sigue igual. Ha cambiado cada centímetro, cada rincón de mi cabeza, pero el ojo...
Cambian, pasan, crecen, gritan. Pero el ojo, ¡HAY EL OJO!
El ojo sigue ahí, siendo testigo de los cambios.
Tiene gracia.
Lo que más nos aporta, lo que no cambia.


Permanece.
Todo está ahí.
En mi ojo.



Nada volvió a ser lo mismo.
Ni ilusión, ni proyectos compartidos.

Sabia la vida.

En mi piel dibujó el guión
para momentos de emergencia.
Siempre me decía:
cuando lo necesites, actívalo.

Lo he usado una y mil veces.
Pero no se activa el sistema.
He gritado SOS SOS SOS.
Y el genio no abrió la ventana.

Sabia la vida,
que me encauza y me encamina.
Sabio tu,
genio pasado.

Me decias entre risas desnudas:
"No te rías, algún día lo utilizarás, creeme"

Sabia la vida,
sabio genio.


Grande, donde los haya.

A pesar de la atmósfera cargada
del silencio
de mis mañanas al sol
de mi café con libro

Música

3

Prometo no protestar,
ni soltar lamentos que vayan al mar.

Prometo sonreir
y cantarle todos los días al sol.

Prometo perdonar los errores,
perdonar a los demás
perdonarme a mí misma.

Prometo tararear canciones mientras me ducho,
lavarme los dientes con una gran sonrisa enjabonada,
y saltar desnuda por el pasillo.

Prometo bailar descalza en la afombra,
en la cocina,
en el baño,
en la terraza.

Prometo no juzgar a los que son diferentes,
no dejarme caer en lo fácil,
no dejar de intentarlo.

Prometo dejarme crecer el pelo,
para volver a cortarlo de 100 maneras distintas.

Prometo encender velas,
para apagarlas al acabar de leer tumbada en cama.

Prometo una y mil veces más,
meterme en cama y decir
esa palabra mágica 3 veces.

Prometo no rendirme,
subir montañas, andar bajo la lluvia
agarrar tu mano fuerte
y seguir subiendo la montaña.

Prometo no ser tan testadura
no ser tan pesada
no ser una prisas
no olvidarme de todos los trastos
no decir que lo he perdido todo.

Prometo confiar aunque me cueste.

Prometo escuchar Satelli3 todas las noches,
no dejar de buscar planes,
guardar los espacios.

Prometo dejar de hacer invenciones culinarias.

Y lo más dificil de todo,
prometo no preocuparme tanto.


Tanta promesa, porque hoy,
empieza un año nuevo en mi vida.