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Hoy era día 3, y estaba contenta.
Después de tomarme un café al sol,
me pasee por todas las librerías en busca de un libro.
"Pregúntale al polvo" de John Fante.
Parece que a todo el mundo le hablaron maravillas de ese libro,
porque en 3 librerías me dijeron que estaba agotado.

No entiendo el porqué.

Así que tras mi intento fallido, y mi depresión por mi tarde de lectura frustrada,
me compre otro: "El regreso del Joven Príncipe".
No sé si es que el destino es así de raro, o yo soy la rara.
Pero lo ví, y dije: ESE ES ESE ES.
Ni leí sobre que iba. Solo lo compré.


Así feliz con mi libro en mano volvía para casa
caminando, super contenta pensando en llegar a casa y poder leer.
Cuando CHASCHAS CHAS! alguien grita: CUIDADO!
salgo de mi mundo de piruleta y veo un coche saliendo de la carretera,
las piernas se quedaron OUT.
El coche paso a mi lado y se estrelló contra el escaparate donde hace un segundo yo me pare a ver los CDS.
Por un momento pensé en que me moría,
y del susto tiré el libro al suelo,
y me quede paralizada viendo el coche a 10 cm de mí.

Parece una tontería, he estado pensando que creo que es la vez en que mas cerca he estado de la muerte.
O si no de la muerte, de un atropello con estampamiento contra cristales.
Y el libro en el suelo, mirándome.

Al final no ocurrió nada, el coche se salió de la carretera por culpa de un señor mayor que se le fue el coche.
Pero mis piernas allí se quedaron con el susto, los cristales por toda mi ropa, y el libro entre los cristales.

Tiene gracia, EL REGRESO DEL JOVEN PRÍNCIPE, casi se muere conmigo.
Después pensé en que si hoy me hubiese muerto,
no hubiese podido leer el libro.
Y la moraleja de este susto para muchas personas,
sería la de ir con más atención por la calle y que cuando alguien grite CUIDADO, salir corriendo.

Lo primero que pensé al recoger el libro fue: tengo que leer más rápido, no me va a dar tiempo de leer todo lo que tengo en mente.
No sería una muerte tan horrible,
la gente que me conoce, sabría que me fui feliz.
Porque si hay algo que me hace feliz, es comprar libros.
Además casi seguro, todos querrían leer El regreso del Joven Príncipe,
y pensarían: ah Amanda ha muerto sin leer este libro...
O bueno otra opción sería la de que si en ese escaparate hubiese algo interesante,
yo estaría todavía embobada viendo algo
y moriría entre música y libros.

Soy algo ceniza lo sé,
pero el destino hoy me ha dicho: LEE AMANDA LEE MÁS RÁPIDO...


Imaginaos que me hubiese muerto hoy, no hubiese leído El regreso del Joven Príncipe, ni Pregúntale al polvo.
No hubiese hecho tantas cosas.
No definitivamente, no debo morirme ahora.
Tengo mucho que hacer.
Por hoy, voy a leerme el susodicho libro
y a pensar en todo lo bueno de estar viva.


Para celebrarlo conmigo misma.

1 comentario:

  1. Y nosotros no podríamos volver a encandilarnos con las cosas que escribes.
    A mi me pasa eso que dices tú del destino con los libros. Mi padre tiene una biblioteca porque desde pequeño compraba libros y leía compulsivamente, así que todos los he heredado yo, pero hay algunos que no figuran en su lista y con los que me he topado yo de formas singulares. Aquí te dejo un enlace con un breve relato sobre cómo adquirí un libro por el sentimiento de cuidar a alguien que ni siquiera conozco:
    http://www.fotolog.com/kalinosisi/43148970

    Un abrazo, y más cuidado

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