Lights out.


Es la 5 vez que escribo esta entrada.
Y cada vez es peor.

El día 17 me voy.
Podría parecer triste,
pero esta canción transmite mi estado de ánimo.

No me lo puedo creer todavía...
Tengo casa y bici, cada día para ir a clase tengo que pasar por la Brandenburguer Tor...

Lo mejor de todo, es que ha sido una casualidad, ni siquiera había puesto ciudad.
Después de varios meses, cuando ya ni me acordaba de ese dichoso papel que un día cubres sin pensar, mi vida cambia de repente, en todos los sentidos.
Con un email inofensivo diciéndome que tengo plaza.
¿Plaza? Pensé....
¿Plaza para qué?
Creo que me voy a comprar pelo y a ponerme unas extensiones.

He decidido no pensar en los demás, ni en lo que piensen de mí por esta decisión.
Pero ese email me vino como un soplo de aire fresco, y me hubiese ido hasta a Noruega.

Me hubiese gustado llamarte y haberte contado esta historia sin sentido en persona,
pero he luchado por nuestra amistad mucho más que cualquier persona, y he salido la peor parada de todos...
Así que pensé en que si te importo, todavía leerás esto y estarás enterado de cuando me voy. El porqué no tiene importancia, porque no hay un porqué, es que me ha salido así, no me había dado cuenta pero hacía dos semanas que tenía el email, pero como era de una dirección que no conocía ni lo había leído...
Y si no lo lees, nunca lo sabrás, y eso será lo que deba pasar en realidad. Igual que si yo nunca hubiese abierto ese email...

Yo estoy más feliz que nunca, ilusionada.
Llevaba 5 días sin moverme de casa, y hoy he ido a firmar los papeles y aunque llovía yo veía luz por todas partes. En 20 días estaré lejos y eso me hace feliz.








No hace falta mucho

Para algunos, como yo,
no hace falta mucho más que una canción,
para ver dentro de nosotros mismos.

Para entristecernos y palpar lo grande que ha llegado a ser un ego,
capaz de romperlo todo y no recomponerlo,
capaz de romper libros, arrancar páginas, correr,
olvidar, mentir, escapar.

He visto dentro de mí misma lo grande que puede ser querer a alguien,
casi tan grande como un ego, dos gigantes que se han enfrentado y peleado.
Y aunque pueda parecer que haya ganado el ego,
yo y yo mi yo misma sabemos que en realidad es más grande lo que llevo dentro,
capaz de hacerme sentir cuando escucho Virus a pesar de todo,
como si nada hubiese pasado y nada hubiese cambiado,
capaz de hacerme huir, capaz de borrarlo todo, capaz de cambiar de vida,
me sorprendo llorando por primera vez, con el libro de Orgullo y Prejuicio en la mano,
a un día de saber cuándo me voy, y sin ser capaz ni de moverme del miedo que tengo,
dándome cuenta de lo grande que es querer a alguien, en realidad.
Así, es como llega la voz de Björk a las personas.




Lo que más me gusta de mi vida,
es lo de coger un libro cualquiera,
de los que he leído ya hace tiempo,
abrirlo y encontrarme conmigo misma en cada página.
Podría hacer eso con todos los libros que han pasado por mis manos,
cada página dice un poco de mí,
en una arruga, en la marca de un lápiz,
en un comentario.

"Había alcanzado algo que era muy parecido a una verdad que había perseguido tanto tiempo que había perdido hasta su nombre -y no quería que se le perdiera en palabras, ni en imágenes ni en sonidos. Guardó en su interior ese viaje como el único tesoro que le había quedado"
"Estoy bien -se repite. Estoy bien y no tengo miedo"

De Annemarie Schwarzenbach, una mujer siempre a la espera y siempre huyendo de su turbador paraíso perdido. Viajera, soñadora, buscadora de palabras.

El "All is full of love" es lo único que hoy me llena de esperanza.
Por eso me he rodeado de tantos libros, porque no ha existido nadie que haya sabido consolarme ni entenderme, buscadora de sueños y hechos ciertos, solo necesito algo que poder descubrir cada día, sorprenderme cada noche, algo que este ahí para poder abrirlo y ver un poquito de mí reflejado. De momento, solo he encontrado libros, libros y más libros.









Hay algo más importante que todos nosotros:

" En el Cuerno de África, la población pasa hambre. La catastrófica combinación de los conflictos, los elevados precios de los alimentos y la sequía ha llevado a más de 11 millones de personas a una situación de extrema necesidad. Las Naciones Unidas dieron la voz de alarma hace meses. Nos hemos resistido a utilizar tan funesta palabra —hambruna—, pero el miércoles reconocimos oficialmente la realidad, que evoluciona rápidamente. Hay hambruna en regiones de Somalia. Y se está extendiendo.

Es una llamada de atención que no podemos ignorar. Cada día, me llegan noticias desgarradoras de los equipos de las Naciones Unidas sobre el terreno. Refugiados somalíes, cuyas reses y cabras mueren de sed, caminan durante semanas para conseguir ayuda en Kenya y Etiopía. Huérfanos que llegan solos, tras morir sus padres, aterrorizados y malnutridos, a una tierra extraña.

De Somalia nos llegan trágicas historias de familias que han visto morir a sus hijos uno a uno. Hace poco, una mujer llegó a un campamento de desplazados de las Naciones Unidas situado 140 kilómetros al sur de Mogadiscio después de caminar durante tres semanas. Halima Omar: "No hay nada peor en el mundo que ver morir a tus hijos porque no puedes alimentarlos”, asegura al referirse a su terrible experiencia. “Estoy perdiendo la esperanza”.

Incluso para los que consiguen llegar a los campamentos, muchas veces no hay esperanza. Muchos están sencillamente demasiado débiles tras el largo camino que han tenido que recorrer por tierras áridas y fallecen antes de que se les pueda atender para que se repongan. A menudo, no hay medicamentos para tratar a quienes necesitan atención médica. Imaginen el dolor de los médicos que ven morir a sus pacientes por falta de recursos.

Como parte de la familia humana, estas historias nos conmocionan. Nos preguntamos: ¿cómo puede estar pasando otra vez? Al fin y al cabo, en el mundo hay comida suficiente. No cabe duda de que la situación económica es dura, pero desde tiempos inmemoriales, incluso en los momentos de mayor austeridad, el impulso compasivo de ayudar a nuestros semejantes nunca ha flaqueado.

Por eso me dirijo hoy a ustedes, para llamar la atención mundial sobre esta crisis, para dar la voz de alarma y rogar a todos los pueblos del mundo que ayuden a Somalia en este momento de extrema necesidad. Para salvar las vidas de las personas en situación de riesgo —la gran mayoría de las cuales son mujeres y niños—, necesitamos unos 1.600 millones de dólares en ayuda. Hasta el momento, los donantes internacionales han aportado solo la mitad de esa cantidad. Para invertir la situación y ofrecer esperanza en nombre de nuestra común humanidad, debemos movilizarnos en todo el mundo.

Todos hemos de actuar. Hago un llamamiento a todas las naciones —tanto las que financian nuestra labor año tras año como las que tradicionalmente no aportan fondos a través del sistema multinacional— para que hagan frente a este problema. El 25 de julio, en Roma, los organismos de las Naciones Unidas se reunirán para coordinar nuestra respuesta de emergencia y recaudar fondos para poder prestar asistencia inmediata.

Entretanto, todos y cada uno de nosotros, como ciudadanos, hemos de preguntarnos cómo podemos ayudar. Puede ser mediante donativos particulares, como en anteriores emergencias humanitarias, como el tsunami de Indonesia o el terremoto de Haití, o presionando a nuestros representantes elegidos para que respondan de manera más decidida. Incluso en el mejor de los casos, tal vez nuestra respuesta no sea suficiente. Es muy posible que no podamos atender todas las necesidades.

La situación en Somalia es particularmente difícil. El incesante conflicto dificulta las labores de socorro. En un plano más general, la abrupta subida de los precios de los alimentos afecta sobremanera a los presupuestos de los organismos internacionales y las organizaciones no gubernamentales. Otro factor que complica las condiciones en que se trabaja es el hecho de que el Gobierno Nacional de Transición de Somalia solo controla una parte de la capital, Mogadiscio. Estamos tratando de llegar a un acuerdo con las fuerzas de la milicia islamista Al Shabaab para obtener acceso a zonas del país que están bajo su control. Aun así, la seguridad sigue suscitando graves preocupaciones.

Debemos reconocer además que Kenya y Etiopía, que generosamente han mantenido sus fronteras abiertas, se enfrentan también, por su parte, a enormes problemas. El mayor campamento de refugiados del mundo, Dadaab, está peligrosamente superpoblado desde hace tiempo, con unos 380.000 refugiados. Y miles de refugiados más están a la espera de ser registrados. En la vecina Etiopía, 2.000 personas llegan cada día al campamento de refugiados de Dolo, donde también es difícil atender a todos. Esta situación se suma a la crisis alimentaria a que se enfrentan casi 7 millones de kenianos y etíopes en sus países. En Djibouti y Eritrea, hay decenas de miles de personas necesitadas —y potencialmente muchas más.

Aunque respondamos a esta crisis inmediata, hemos de encontrar la forma de subsanar las causas de fondo. La sequía actual tal vez sea la peor en décadas, pero, dado que los efectos del cambio climático se notan cada vez más en todo el mundo, muy posiblemente no sea la última. Así pues, hay que tomar medidas prácticas: semillas resistentes a la sequía, sistemas de irrigación, infraestructuras rurales y programas de ganadería.

Estos proyectos pueden funcionar. En los últimos diez años, han ayudado a aumentar la producción agrícola en Etiopía en un 8% al año. También se han introducido mejoras en nuestros sistemas de alerta temprana. Supimos que se avecinaba la sequía y empezamos a avisar de ello en noviembre. De cara al futuro, debemos asegurarnos de que los avisos se atiendan a tiempo.

Ante todo, necesitamos la paz. Mientras siga habiendo conflictos en Somalia, no podremos luchar eficazmente contra la hambruna. Más y más niños pasarán hambre; más y más personas morirán innecesariamente. Y este ciclo de inseguridad se está desbocando peligrosamente.

En Somalia, Halima Omar nos dijo: «Tal vez sea nuestro destino … O tal vez ocurra un milagro y nos salvemos de esta pesadilla».

Me niego a aceptar que este sea su destino. Juntos, debemos rescatarlos a ella, a sus compatriotas y a todos sus hijos de esta ciertamente horrible pesadilla."

Ban Ki-moon
Y un día paseando entre edificios vacíos, calles desiertas, estaciones sin trenes, ciudades sin gente...
Yo decidí reflejarme, verme en el único espejo que quedaba allí y decidir quien ser a partir de ahora.


Hoy era un día de esos complicados.
En el que te levantas con la angustia dentro,
el sueño no te deja conducir
y las ganas de hacer algo están ausentes.

Pero se ha convertido en uno de esos días que nunca voy a olvidar en mi vida.
Porque hoy sé que todo sucede por una razón.
A veces crees que nunca te va a suceder a ti,
que no tienes ninguna posibilidad
y en el caso de que la tuviese nunca me atrevería a hacerlo.
Un mal día, horrible, lo haces con la esperanza de que las cosas cambien,
sea como sea pero cambien.
Un pequeño gesto se convierte en una gran victoria.

Y hoy, otro día horrible, ha llegado el: ¡SÍ!.

SÍ, SÍ, SÍ...
Cada día estoy más cerca,
y es lo único que me mantiene con ganas de seguir adelante.

Puede que me sienta sola, que todo haya ido mal,
que me equivocase y me haya sentido rechazada y vacía.
Pero hoy siento que estoy superando mis espectativas,
y me siento muy orgullosa de mí misma.
Por eso hoy esta foto,
porque estoy por apostar que no existe otra igual.







And when you see me cry...

And when you see me cry...


Yo soy de esas personas, que cuando les entra una canción en la cabeza, la exprimen al máximo.
Analizan cada segundo, cada acorde, cada melodía, cada palabra.

Me levanto y lo primero que pienso es en la canción.
Me ducho con la canción de fondo,
y mientras dejo abajo haciéndose el café,
es cuando leo las primeras palabras del día
con la canción acompañándome.

Paseo, me tomo un café, paseo.
Leo, veo, descubro, sueño.
Vuelvo a soñar despierta.

Y sigue la canción.
Los días pasan pero la canción sigue aquí.
Me sorprendo repitiendo a mí misma cientos de veces durante el día:
"And when you see me cry..."

Y pienso en lo especial que es estar cuatro días dándole vueltas a una sola frasecilla,
and when you see me cry....
and when you see me cry....
Y cuando tú me viste llorar...

Quienes me conocen saben que no me suelen gustar las canciones tristes,
no me gusta estar escuchando como alguien se compadece.
Cualquiera que escuchase esta canción pensaría: "Qué ñoñez"

Pero hoy me he visto a mí misma subiendo las escaleras,
sonriendo como una reina, meneando el culo de un lado a otro,
y moviendo los brazos, al mismo tiempo que decía:
And when you see me cry...

Cualquiera pensaría que bailaba el waka-waka,
pero no, yo bailaba mi propia canción,
tarareaba mi propia letra,
y me inventaba mi propia historia.

Y cuando tú me viste llorar...
¿Qué?
¿Qué pasó cuando tú me viste llorar?

Sé que nunca obtendré respuesta,
pero de lo que estoy segura,
es que cuando algo parece triste,
siempre encuentro el modo de convertirlo en algo mío.
Algo feliz.

and...when you see me cry...







Aprendí que no vale la pena ni intentarlo.
No vale nada.

Ni palabra ni mensaje,
ni beso ni caricia
ni cama ni baño
ni verdad ni mentira
ni confianza ni esfuerzo
ni regalo ni compañía
ni guerra ni paz
ni arma ni bandera

Aprendí que no vale la pena ni intentarlo.
No vale nada.





Fotos de Manuel Valcarcel. Una exposición que recomiendo a los que les guste pasear solos por la ciudad con Billie Holiday, mirando hacia lo alto y sonriendo.
Me describo a mi misma.
La exposición giraba en torno al agua, y Billie me hablaba mientras tanto.
De pronto sentí que alguien me tocaba,
y era el vigilante diciéndome que se me había caído un papel.
Agarró el papel, me miró, miró el papel de nuevo
y se empezó a reír.
Lo que había en ese papel solo lo sabemos los dos.
Al salir de la exposición lo tiré en la basura sonriendo como una reina.






Yo.


















He aquí...
Mi casa.

Espacio para 17.000 libros y un piano de cola.
En vez de un piano podría cambiarlo por un tocadiscos enorme,
y espacio para 17.000 vinilos.
Pero el piano me gusta de todos modos.

Gianni Bostford dibujó una casa para su padre que era escritor.
He aquí,
mi casa.




Soy feliz como una reina



Estoy completamente enamorada de esta mujer.
No necesito nada más.
Soy feliz como una reina.

Escuchando esto y sonriendo, tengo mucho más de lo que algunos tendrán nunca.

There's no possibility of negotiation

¿Qué es lo que nos ocurre con el tiempo a largo plazo?

Sentimos la necesidad de no aferrarnos a un lugar, la necesidad de poder escapar y huir en cualquier momento. En cambio siempre me ha pasado que cuando dejo un piso me parece dejar un trozo de mi vida en ese lugar, después siempre los recuerdo con nostalgia, y pienso en que el tiempo pasado fue mejor.
Cuando tengo que enfrentarme a algo nuevo, deseo hacerlo sin contrato de permanencia. Es decir, poder probarlo y escaparme en cualquier momento. Pero las cosas no funcionan así, o lo tomas o lo dejas o lo quieres con las condiciones del contrato, o sigues buscando. No hay negociación.

He encontrado un piso estupendo, uno que lleva escrito mi nombre. Queda lejos, lejísimos, tan lejos de todo lo que había esperado. Hoy después de varios días logré ponerme en contacto con la agencia, y me dijeron que el contrato no podía ser por menos de un año. Dadas mis "condiciones" no puede ser por menos tiempo.

Entonces me asusté. Y esto me hizo reflexionar. Las palabras "NO NEGOTIATION" llevan resonando una noche en mi cabeza.
Entonces pensé en todos los cambios que ello trae a mi vida. Cambios no por menos de un año, cabe repetir. No hay posibilidad de dar la vuelta y escapar como una cobarde.
Reflexioné sobre la ansiedad que produce que cuando algo nos gusta, nos digan que no es posible negociar sobre dichas condiciones. Me hubiese gustado atrapar a esa voz por teléfono y contarle mi inestabilidad y decirle que no sé donde estaré dentro de un año. Pero fue así de clara:
"There's no possibility of negotiation"

Y con esta frasecilla mi vida depende de un simple y fácil gesto de tirarme a la piscina y decir:
Allá vas Amanda, con todas sus consecuencias...





su voz...


El lector del que espero algo tiene que poseer TRES cualidades.

Tiene que ser tranquilo. Tranquilo de alma y de espíritu. Pensar antes de hablar.
Leer sin prisa. Vivir sin prisa.

Tiene que abstenerse de intervenir a cada momento él mismo y su egocentrismo. De hacer valer "su cultura".

No debe, por último, esperar al final, a modo de resultado. No prometo ni programas ni planes.

Satisfecho, por el contrario, con haber escalado, entre jadeos, una montaña bastante elevada y con poder disfrutar, en lo alto, de la vista más despejada, jamás podré, precisamente, dar satisfacción a los aficionados a los programas.

El libro está destinado a los "tranquilos", a hombres que no se ven todavía arrastrados por la prisa vertiginosa de nuestra atropellada época y que no sienten todavía el servil placer idólatra de tirarse bajo sus ruedas; esto es, a hombres que no están todavía habituados a sopesar el Valor de cada Cosa según el tiempo ganado o perdido con ella.
O sea- a muy pocos hombres.

Federica Nietzsche, en todo su esplendor.



Me observo
ambicionando lo que no necesito
por mera imitación
de lo que otros necesitan,
entonces me grito dentro:

- ¡Todo es más fácil!
No necesitas ni el elogio,
ni que te miren,
ni verte rodeada de certeza
no necesitas ser de las primeras
ni conocerte del todo
ni ser la más amada
ni dos hileras de zapatos.

No necesitas ser lo que se tiene que ser
no quieres ser lo que se tiene que ser

Positividad

La fiesta que tengo la llevo aquí,
la tengo, la llevo.
La fiesta que tengo la llevo aquí.
Prohibido instalarse, prohibido estancarse, prohibido abusar.



Hoy fui a esperar a un buen amigo,
venía de hacer el camino de Santiago.
Lo vi llegar con esa cara de satisfación,
y esa sonrisa cansada.
Era su primer camino.
Me hablaba de cualquier cosa,
y pensé: al lado de esto, todo son pequeños problemas.
Me dijo: No hay nada como nunca dejar de caminar, porque es en cuanto paro cuando siento el dolor.

Así que, a Moverse.


Hoy voy a hablar de ti, porque es lo que estas esperando.

"Hola, soy una mujer florero, estoy aquí,
haced conmigo lo que os de la gana,
a la hora que os de la gana,
el día que os de la gana.
Voy a quereros del modo que pidáis,
hacer todo lo que decís,
de la manera que queráis.
Voy a estar a vuestro lado,
en todos los momentos que queráis,
y sin pediros nada a cambio,
porque yo no necesito nada.
No voy a preocuparme por vos,
ningún día a ninguna hora,
no voy a ayudaros, ni a mostrar el mínimo interés,
no voy a llamaros, ni voy a necesitaros,
no voy a preguntaros dónde estáis,
no voy a preguntaros nada.
Todo lo que vos hagáis, estará bien.
Cuando me llameis, allí estaré para vos.
No voy a sentir nada más.
Esto es para vos merced, el querer."

"Hola. Soy una mujer de verdad, y no estoy aquí.
no vas a hacer conmigo lo que te la gana,
ni a la hora que te de la gana,
ni el día que te de la gana.
No voy a quererte del modo que tu quieras,
porque lo que pides no es querer, es esclavitud a tus caprichos.
No voy a hacer nada de lo que has dicho,
ni de la manera en que me lo has pedido.
No voy a estar a tu lado,
en ningún momento, ni uno más
y por supuesto si lo estuviese,
me preocuparía por ti a cada minuto,
te ayudaría y mostraría todo mi interés,
te necesitaría a mi lado, y te llamaría,
te preguntaría una y mil cosas,
porque me gustaría escucharte.
Cada vez que hicieses algo mal,
lucharía por cambiarlo para mejorar.
Pero cuando me llames,
no estaré para ti,
por supuesto, no por nada, si no
porque no se puede querer de otro modo."

Ahora, vuelve a dar este blog,
para que la primera persona que aparezca en tu vida,
lea todos mis sentimientos. Total, a ti no te importan.
Para decir: mira lo que escriben sobre mí.
Y siéntete orgulloso de Muévete,
porque tu has tenido algo que ver.
Llama a tus amigas, a todas,
y cuéntales una a una toda nuestra historia.
Lo cruel y mala que he sido contigo,
lo mal que te he tratado y cuanto he jugado contigo.
No te olvides de mencionar, lo de celosa, mandona y manipuladora.
Y sobre todo, apunta en mi definición: JILIPOYAS.
Invítalas a todas a ver Wall-e, cualquiera podría ser Eva,
cuéntales lo bien que lo has pasado en Madrid,
lo pesado que se ha echo un viaje solo,
es obvio que la persona que iba a tu lado no existía para ti,
no tenía tiempo que perder, ni nada valioso que hacer.
Ella no valía nada, solo el aire que consumía.
Solo sirve para hacer perder el tiempo, el tiempo y el aire que consume.

Tu no has inspirado nada bueno aquí dentro,
sólo me has hecho sentir una auténtica mierda de persona.
Nada de lo que he escrito aquí ha sido bonito,
ni bonito ni auténtico,
porque no me he sentido bonita,
ni querida, ni auténtica.

Ayer devolví todo,
y mientras veía el filete en el suelo,
sólo pensaba: mierda Amanda mierda.
Yo valgo más que el tiempo. Muchísimo más que cualquier tiempo.

"Adiós. Yo soy una mujer de verdad,
y yo sí he sido capaz de hacerte sentir querido."

Estas son las dos últimas líneas
que voy a dedicarte nunca.






















Carta a la Sinceridad.

Me han mandado escribir en un papel como me veo a mi misma.
Después de pedirme un café e intentarlo varias veces,
y después de ver el papel en blanco por quinta vez,
he decidido levantarme e irme.

A continuación me he cortado el pelo.
He vuelto a la misma cafetería con mucho menos pelo y más ideas.
Y sólo he escrito cosas malas.

Me he dicho: COÑO!!! Amanda reflexiona, no todo de ti puede ser malo.

He decidido pasar al siguiente ejercicio:
crear una lista de inseguridades y ordenarlas.

COÑO!!! Este es mucho más díficil que el anterior.
Creo volverme loca.

La conclusión que saco de todo esto,
es que estoy bloqueada ante mi misma y mi modo de vivir.
Me gusta mi vida, mi modo de verla, de vivirla y de sentirla.
Sé que siento demasiado, que pienso demasiado, y que analizo demasiado.
Pero si no sientiese demasiado, si no pensase demasiado y si no analizase demasiado,
no podría ver lo que otros no ven,
no podría ser como soy,
no podría ser feliz,
no podría sonreir.

Sigo sin encajar en este mundo.























Yo, mujer precipicio


A los que se quedaron dormidos en el nunca

A los que se quedaron dormidos en el nunca,
a los que sueñan sus verdades y se las niegan,
a los que tienen mucho miedo
y lloran por cualquier cosa
y se ocultan la cara de vergüenza.
A los tímidos,
a los solos, a los raros,
a los que dudan y dudan
y les llaman inmaduros, débiles.
A los que duermen en la fría cama del psiquiátrico,
a las madres que cogen la mano de su hijo ingresado.
Os digo: que no nos vendan verdades, que la verdad no existe.
La Verdad y la Razón son creaciones del ser humano,
para doler, para medir.
Hay que luchar contra el silencio y la ignorancia,
no somos enfermos.
¿Quién tiene la verdad absoluta, la realidad absoluta?
¡Que la muestre, que la enseñe si puede!
¡Es mentira, mentira, no existe!
A los que llevan cicatrices por haberse rajado las venas,
a los que consiguieron no rajárselas.
A los que están paralizados de angustia,
paralizados para ser, amar, soñar.
A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles.
No escuchéis la voz de los que viven sólo para tener.
A los que por ansiedad fuman dos paquetes diarios.
A los que no son sociables, ni aptos, ni lúcidos,
ni extrovertidos, ni empáticos, ni asertivos, ni normales.
A los que nunca superarán un test psicotécnico,
a los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacío,
a los que están atados ahora a una cama y no nos oyen.
A los psiquiatras que abrazan a sus pacientes
y pidieron alguna vez consejo al que llamaron esquizofrénico.
A los que tenemos certificado de disminución
y leemos a Lorca y a Nietzsche y lo que haga falta.
A los que no soportaron el túnel y se fueron para siempre,
a los que atravesamos cada día el túnel
agarrados aunque sea a las paredes negras.
A todos los que saben o quieren escucharnos
y no se fían sólo de los manuales, libros, tesis,
estudios y estadísticas.
A los psicólogos que dan besos.
A los que ya hemos transitado por el infierno y el cielo
y no queremos volver más allí.
Y sobre todo,
a todas esas pupilas dilatadas de tanta química
que miran aturdidas y absortas
pero tienen la luz más hermosa.
A todos os digo:
«No existe la locura sino gente que sueña despierta».


"Qué moderada es esta gente.
Vienen pidiendo.
En vez de asaltar la institución y hacerlo todo pedazos, vienen pidiendo..."

Eso diría Kafka si hoy levantase la cabeza.

He encontrado un libro, Dibujos de Kafka.
Este, "Sobre la Mesa..."



Seguro, ahora mismo estarán sobre la mesa los grandes genios del Siglo XXI.
Rendidos, agotados.

Me recuerda un poco a mí, cuando ya la cabeza no puede más. Aparto los libros y me pongo en esa posición, con los ojos cerrados esperando a que la fuerza vuelva a mí y pueda seguir...

Ayer vi la película sobre la vida de Jane Austen.
Después de un día un poco raro, fue lo que necesitaba para verlo todo un poco más claro.

Ella se pasaba horas y horas sobre la mesa...

Todos hemos estado "Sobre la Mesa"...
Y debemos estar muchas más horas Sobre la Mesa.

Espero que este dibujo, le suba el ánimo y las ganas de trabajar a los genios del Siglo XXI.









Cada uno de nosotros es, sucesivamente, no uno, sino muchos.
Y estas personalidades sucesivas, que emergen las unas de las otras, suelen ofrecer entre si los mas raros y asombrosos contrastes.

"Ella es ella. No necesita demostrarle a nadie QUIEN es ni COMO es.
Es ella, siempre. Por la mañana por la noche a cada hora a cada minuto.
Es la misma de ayer y la misma que mañana.
Es la misma en cualquier latitud.
No necesita demostrarlo...
En el momento en que lo deba demostrar,
ella va a dejar de ser ella.
Es ella, tan complicada y tan simple a la vez.
Solo necesita que la dejen ser ella.
Ella es ella y solo quiere ser ella y nadie más.
Ser ella libre y que confien en ella
Quienes la conocen saben de que hablo,
ella solo necesita que sepan que es ella, así.
Que la dejen ser ella
Eso es suficiente
Ella está cansada.
De que no la dejen ser ella del todo,
de tener que demostrar cada día que Es Ella y no otra,
que no hay nadie más en el planeta que sea ella.
De estar en constante espera,
y seguir demostrando que ella es ella"



¿Cuántas veces al día hemos llegado a decir que no?
¿Cuántas veces al día hemos llegado a decir: Sí?

...

El arte de reir

Somos el tiempo que nos queda,
y lo demás...

Señores y señoras, niños y niñas:
Necesito sonreir.

Aquí allí después antes
en la cama en la bañera en la puerta

Reirnos
sonreir en un orgasmo

Así se cambia el mundo.






Libros muertos.
Luz, mucha luz.

"Invisible, la vida es un todo invisible"
Invisible yo.
Que paso desapercibida por esta ciudad.

He decidido llegar,
y escucharme.
Ahora mismo quiero arder
y quemar todo lo que está cerca.
Pero me sorprenden todos los olores,
no puedo dejar que todo desaparezca.
Tienen vida propia.

Estoy viendo a Van Gogh de perfil con un lápiz en la mano,
2 metros más allá se ve el almendro.

En qué estaría pensando a cada centímetro que pintaba ese almendro.
Cada hoja, cada rama, cada color.
Cuántas veces se habría alejado y lo habría visto con cara de circunstancia,
pensando lo mismo que pienso yo ahora mismo.
Cuando ves lo que haces desde un perspectiva imposible,
desde un ángulo muerto.

Me dijo una vez un viejo amigo:

"Tenemos el sentimiento de haber asumido nuestra responsabilidad humana"

La responsabilidad humana...
Está más cerca de nosotros de lo que pensamos.
Está en cada día.
Está aquí ahora,
mientras veo el almendro moverse...







Y es que no podía haberme llenado tanto ni escribiendo mi nombre.
Y es que el mundo se cae a trozos y sale Bjork de Islandia hablando de virus, de un equipo, de personas, de espera y de amor.

Todo sigue en orden, mientras sigan existiendo personas escuchando


Gracias.
Por el Virus Gracias.
Gracias.







Secretos.

De esos que crees no decir, y dices...
De esos que crees no hacer y haces...

En el mismo sitio
y probablemente a la misma hora.

Muévete de una puta vez

Move Move Move



!Acaso barrunte entonces cómo el hombre descansa sobre lo voraz, lo insaciable,
lo repugnante, lo despiadado, lo mortífero, en la indiferencia de su ignorancia y, por así decir, montado en sueños a lomo de un tigre...!

Arde toda yo.

No dejo de arder..







Y yo os digo: La pasión de la destrucción, también es una pasión creativa.


"Atacar las pasiones de raíz equivale a atacar la vida de raíz...la praxis de la Iglesia es hostil a la vida"
El que se pone de puntillas, no puede sostenerse derecho....

No por nada, si no porque es complicado. Al final acabas como estabas.

Del Camino

Y me dicen: "el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra".
Y yo digo, pues tropieza bien, tropieza varias veces, tropieza cuantas necesites. Gracias a este empeño, cuántas montañas han escalado, después de caerse varias veces en barrancos. Así somos los seres humanos.

Los tropiezos no son una señal de que vayas por mal camino.
Cuánto más tropiezo, más certeza tengo de las cosas.

Tras tropezar la primera vez puedes darte la vuelta y continuar por otro lado,
si decides seguir, seguramente tropezarás muchas veces más, tantas como dure el camino...
Tras tras y tras. Cuántas lágrimas y golpes.

Hay etapas tranquilas, etapas horribles, etapas cansadas, etapas con lluvia y etapas con sol...
Etapas felices, etapas en que quieres abandonar, etapas en que te sientas y no quieres seguir.
Pero al final del día, a lo lejos ves el Pueblo. Todo esfuerzo merece la pena.
Da igual la comida, para mi será la mejor.
Da igual el colchón, para mi será el mejor.

Al día siguiente me levanto con la certeza de que voy a tropezar.
A veces son obstáculos fáciles de sortear,
otras veces son piedras jodidas que hacen que te caigas y te des un buen golpe,
otras son piedras puñeteras que se te meten en el zapato, y tienes que parar a sacarlas...

El cansancio hace que tropecemos más.
Pero es buena señal,
señal de que estamos caminado, de que esa noche llegaré al fin de una etapa,
dormiré como una niña,
y a la mañana siguiente continuar caminando...

Son las cosas que me pasan por empeñarme en caminar y tropezar.
Más te vale encender un fósforo, que seguir maldiciendo la oscuridad.

Y yo digo:
si no tienes un fósforo a mano,
búscalo, invéntalo.