Our Common Future


Ella es Gro Harlem Brundtland. Noruega.
En el informe Brundtland se utilizó por primera vez el concepto:

DESARROLLO SOSTENIBLE
"desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades"


El Concepto, allá por 1987 era fácil y sencillo. Si lo piensas y analizas de un modo complejo, te das cuenta de que es algo noble. Algo que han olvidado.
Pero algo en esta definición no tuvo éxito, y el suelo pasó a convertirse en oro.
¿QUÉ ES BREEAM? http://www.breeam.es/
A veces, las críticas positivas ayudan más que las negativas.
No todo se ha hecho mal en este país. El SÍ construye más que el NO.

Galicia, Valencia y Cataluña, comunidades autónomas con una Ley del Paisaje, contribuyendo a una sostenibilidad: Desarrollo Sostenible.
A veces, se puede llegar a ser un completo ignorante/pedante de las herramientas y utensilios que existen a nuestro alrededor para cambiar las cosas. Más cerca de lo que parecen.
Hay que moverse, para crecer. Moverse implica responsabilidad. Conocer. Buscar. Indagar.

Esto viene al caso, de mi indignación con la famosa palabreja que se utiliza ámpliamente de un modo "adorno" en cualquier discurso político que se precie.

A veces los más grandes, no son los más listos.
A veces los mejores encaminados, son los que se han equivocado más.













¿Yo?


"Al fin y al cabo, solo conduciendo a una mujer hasta su negro corazón podía un hombre alcanzar el suyo -, pero le asustaban demasiado. Los éxtasis de esas mujeres, serían volcánicos; él era demasiado enclenque para sobrevivir a ellos.
Mujeres que caían en largos períodos de frialdad durante los cuales únicamente deseaban estar a solas o con sus hermanas, períodos durante los que la idea de ofrecer sus cuerpos equivalía a una violación."

No es bella, sin embargo habla como la belleza, impresionante. ¿Por qué Motherwell posee este poder y no Pollock o Van Gogh? ¿Es el mismo poder que hace que el corazón me dé un salto? ¿Guarda ya su masculina forma en su oscuridad interior? ¿Cuánto habrá que esperar a que me encuentre? ¿Cuando lo haga, estaré preparada?
No sé la respuesta.

Pero podré reconocerlo como a un Igual, a Él, entonces su manera de hacerme el amor no tendrá precedentes, estoy segura, será un éxtasis cercano a la muerte; y cuando después vuelva a la vida seré un ser nuevo, transformada.
Un fogonozado de excitación como el contacto de dos polos opuestos, como la unión de dos gemelos; luego seguirá el lento renacer. Tengo que estar lista. La disposición es esencial.
La escena final de la película de mi vida, acaba en un tren, en un viaje a Alemania.
La BSO es increíble, de esas que recuerdes cuando la recuerdes, vayas donde vayas siempre esta ahí.

Es una historia curiosa, esta película es del 2002, año en el que la ví. Recuerdo, que me la descargué en un ciber, y la grabé en un CD.
Mi hermana, que de aquellas compartíamos habitación, la escuchó y me preguntó: ¿de dónde sacaste esto Amanda?

... Ya ves, ya en el año 2002 yo debía ser una niña algo especial, porque ví esta película y me enamoré.

Algún día, puede la comparta con alguien, en el que la escena final de mi película, sea en un tren hacia Alemania.

Para que...






¿Antropología?
La pregunta antropológica es ante todo una pregunta por el otro.
Y en términos estrictos, está presente en todo individuo y en todo grupo humano, en la medida en que ninguna de las dos entidades puede existir como aislada, sino en relación con Otro. Ese otro es el referente para la construcción de la identidad, puesto que ésta se construye por «oposición a» y no «a favor de». La preocupación por aquello que genera las variaciones de sociedad en sociedad es el interés fundador de la antropología moderna. Fue de esa manera que, para Krotz, el asombro es el pilar del interés por lo «otro» (alter), y son las «alteridades» las que marcan tal contraste binario entre los hombres.
Y si el corazón te llama, pero sabes que después la pena va a ser tan grande, que prefieres enterrar el corazón. ¿Será capaz de perdonarme? Cuando sepa que le he escrito muchas veces, y he comprado muchos de esos detalles con los que ingenua trataba de animarle, pero ya he renunciado a intentar encontrar sus ánimos.
Que no he cambiado, soy la misma, no puedo cambiar, pero sí desaparecer...
Lo que más me duele, es que todos esos, no ha servido para nada.
Así que me los quedo para mí, todos los libros y postales de mis cuadros, todos los papeles de todas las exposiciones a las que voy, todas las entradas, todos los tickets, todas las ganas de ver cosas, todas las ganas de hablar, todas mis sonrisas, mis abrazos, mi tiempo, mi música y todo lo que veo. Lo guardo en mi retina...

Egon y Edtih Schiele.

Hoy me he pasado la mañana paseando sola por Gran Vía...
Entré en La casa del Libro, lo ví y lo compré.

Ya tengo, mi Océano Mar.
Ahora estoy en una terraza de Fuencarral, con mi portaminas de Berlín, subrayando sin poder parar. El sol me da en los pies.
Compré dos libros más, pero sé que hoy no voy a parar hasta que me lea Océano Mar.
Sé que voy a llorar.
Las personas no dejan de hablar, y yo cada vez me vuelvo más observadora. No merece la pena perder el tiempo, hablando sin sentido.
Cada vez más, me cansan las personas que hablan...

"Puesto que siempre es así, basta con el atisbo de un hombre para herir el reposo de lo que estaba a punto de convertirse en verdad y, por el contrario, vuelve inmediatamente a ser espera y pregunta, por el simple e infinito poder de ese hombre que es tragaluz y claraboya..."

Estoy enamorada de todo lo que me rodea.
A veces tengo esa extraña sensación, de que no existo para las personas.
Me ha pasado varias veces, y es una sensación que no le deseo a nadie.

"Sigue al gentío durante un rato, fingiendo que también busca diversión, fingiendo que va a alguna parte, fingiendo que va a ver a alguien; pero al final tendrá que rendirse y coger el último tren"

Distintas notas...

No puedes dejar que esto te pase a ti...
No sé.

Nadie sabe el esfuerzo enorme que hago, cada día, cada noche, cada mañana, a cada libro, a cada letra.
Por más que el tiempo pase, sigo sin verle el sentido.
Algunos dicen que es normal, otros que esto pasa, que pasa... Siempre pasa.

Me siento como una peli de Wong Kar-Wai...
Así un poco efímera, viviendo y dejando que todo pase. No es nada mío este modo de actuar...

Mi vida ahora mismo es como ese cuadro. Hoy fuí directa a verlo. Iba decidida. Paso firme.
Pero quise pararme por el camino, porque precisamente hoy no me apetece llorar.
Así que no entre. No es tan fácil. Es demasiado duro y estoy tan sensible, cada uno de mis sentidos se multiplica por 100.

Supongo que todos nos tenemos que enfrentar a la soledad de eso que queremos, de eso que tanto nos gusta. El problema es que yo ya me he enfrentado a muchas cosas sola, y estoy cansada.
Estoy tan cansada, de tantas desilusiones, que no cedo ni el 5% de mi tiempo en nada que no sea mi propia reflexión personal.
Me quiero ir a Noruega. Y sé que lo voy a conseguir. En unos meses estaré allí. En otra parte. Lejos de todo esto. De lo últimos años de mi vida, que han sido horribles.
Cada vez tengo los ojos más grandes y expresivos. Y ese es mi problema.
Tengo los ojos tan grandes, que ningún cobarde tiene las narices de sentarse ante mí y mirarme a los ojos. Serían tan duros y fríos, que jamás lograría recomponerse de todo lo que le tienen que decir. Cuánto más crezco, más crecen y más expresivos se vuelven. A las personas les cuesta permanecer a mi lado por eso, porque mis ojos no mienten. Soy demasiado transparente.

Voy a desaparecer, y eso me hace feliz.
Pensar que voy a ser capaz, me hace feliz.

Yo no soy de esas, yo no me quedo a ver como todo pasa. La organización de mis elementos no sigue línes de subordinación jerárquica. Yo me muevo. Carezco de centro. Yo me voy.
Estos son mis últimos días, y no pienso volver en mucho tiempo. Voy a hacer todo eso que me queda por hacer, todo eso que quise hacer y nunca hice.
A veces hace falta irse para volver. Hace falta creer que has perdido todo, para recuperarlo.
Crees que todo está perdido, tu mundo se hunde, el 90% de las personas que te rodean te han fallado.

Pero la vida nos sorprende, para bien o para mal, tienes las mismas probabilidades de ganar que de perder. Casi siempre, a mi me ha tocado la parte mala.
Y esta vez, a mi me ha tocado la parte buena.
Ya iba siendo hora....

Si alguna vez dejas de sentir,
que podría ser de todos mis sueños rotos.

Hola a todo el mundo, soy yo, no importa el nombre.
Me duelen las yemas de los dedos, de la ansiedad me arranco la piel.

No soy yo, es otra persona que habita dentro de mí.
Estoy sola y no me da miedo decirlo, a los pies de un gigante que me ha ganado siempre.
Lanzando piedras cada día contra mí.
A veces uno deja de ser Yo, decide rendirse al Otro; y pasar a ser Otra.
No pasa nada.
Los geniales siguen riendo, y todos seguimos buscando.

Las personas han dejado de aportarme cosas, a cambio la vida me regala personas más auténticas.
Buscarme y encontrarme, es algo complicado. Nunca vas a volver a encontrarme. Jamás.
Una vez que me encuentras, y sigues buscando, has dejado de encontrarme.
Es complicado de entender, para aquellos que me han buscado alguna vez de sus vidas. Una vez alguien me buscaba y me encontró. Jamás volverá a encontrarme porque me perdió.
Encontrarse con alguien como yo, es difícil.
Deben reunirse una serie de factores imposibles, como que yo no dejo encontrarme.
No confio en el género humano.
Una vez me encuentras, nada es igual, obviamente una vez te encuentras con lo que andabas buscando tu percepción de las cosas cambian. Aporto cosas a la vida de las personas, que sólo yo puedo aportar. De eso se trata ser persona.
Una vez, solo una, tienes tanta suerte como para encontrarme. Una vez alguien me encuentra, me quedo para siempre, o acabo desapareciendo. Encontrarme es difícil.
Es más difícil encontrar que buscar. Pocas personas me encuentran.

Eyesdown.

A veces la vida te pone contra la pared, te da lo peor...
No pasa nada.
Lo mejor que puedo hacer es sonreirle a los problemas con una dosis de optimismo, aunque por dentro esté rota y no quiera seguir viviendo.
Aparecen personas en tu vida, que te enseñan que no importa el dónde ni el cómo, lo importante es con quién. Entiendes que hay algunas personas, en las que eres algo importante en su vida, un peso pesado, algo que no puede faltar. Eres parte de su estructura. Te caes, y te tienden la mano.
Entiendes que, pase lo que pase, no puedes fallarles. Si tu te rindes, cae todo lo demás.
Te regalan un abrazo, y sabes que, vayas donde vayas, van a tenderte su abrazo cuando más lo necesites.
Ese puñado de compañeros, que hacen que veas que la vida es solo eso, vida al fin y al cabo... Vives a una velocidad tremenda, y mientras la vida te da los golpes, todo ocurre y pasa, y mientras te recompones, los días pasan y el tiempo pasa. Al fin y al cabo es esto la vida.
Un Amigo, un compañero, que con un abrazo, hace que entiendas que debes seguir. Que la vida no es sólo esta mierda, hay más cosas, cada día, no es solo el cómo ni el dónde, es el con quién. Eso es lo más importante.
Te valoran, y te dicen que eres portador de esa luz especial. No puedes rendirte, pese a que todo esté en tu contra.
Lo más importante, es saber que si tu caes, cae todo lo demás. Saber que hay personas para las que eres importante, saber que eres su estructura, saber que eres necesitado.
Por eso hoy sigo adelante, pensando que a pesar de todos los problemas, muros, piedras, enfermedades, que existen en un camino, hay personas que cuentan conmigo.
Que me dicen que mi sonrisa muchos días de sus vidas les dió alegrías, que yo valgo mucho más de lo que me hicieron creer, que vivir a mi lado es un regalo...
Eso, es vivir.
Tender una mano. Sobreponerse. Recomponerse.
Saber decir: Pues sí, me ha pasado esto y a pesar de ello quiero seguir adelante. Nunca dejaré de moverme, aunque a veces me duela.

Electric Relaxation

He evolucionado. He subido 5 escalones de golpe, y ya nadie puede seguirme.
Soy la hermana perdida de Kafka, soy su ira, y sus ganas de quemar todos los libros.

Estoy por encima, he evolucionado.
Ayer alguien me dijo, que yo era algo Kafkiana, de esas a las que les cuesta dormir.
Me dijeron también, que en mi modo de ver hay algo particular, que tengo "el morbo escondido".
Ya ves, el caso es que me acostaría con cada una de las canciones que escucho.
En particular, con esta y con ese león. Así tal cual.
Con ese bajo.

Estoy cansada...
Hoy me salieron las lágrimas, fue inconsciente.
Me agarraba fuerte a la almohada con una mano, y con la otra a la pared.
Mientras gritaba, justo en el mejor momento, me sorprendí llorando.

Cuando acabe deje caer mi cabeza en la almohada, y vi como mis lágrimas salían.
Llevaban tanto tiempo ahí dentro, esperando.
En realidad no sentí nada, ni siquiera pensé.
Traté de entender, el por qué. Pero mi corazón no dio respuesta alguna.
Todavía tenia la respiración alterada, y sentí como la manta tocaba mi cuerpo desnudo.
Así que me rendí, y continué llorando desnuda.

Me pareció uno de los momentos más bonitos de mi vida.
En casa no había luz, pero podía ver reflejada la cara de Wally en el marco de fotos, con la luz que entraba por la ventana.
Viendo su cara, me he dado cuenta, de que ya no estoy enamorada. Creo que es la primera vez en toda mi vida, que no estoy enamorada de una Idea, o de Algo en sí mismo.
Dudo mucho que encuentre Algo que pueda saber estar a este nivel, con nivel me refiero, a este grado de sensibilidad en el que se encuentra mi vida ahora mismo. Alguien capaz de seguirme donde vaya, con este modo particular de desnudarme sola y abrazarme. Que no le importe el frío o el calor.
A pesar de eso, no rompería jamás esta soledad sagrada que hoy me da esta paz. Es paz lo que siento, este silencio. Esas ganas de ser yo y no ser otra. Por primera vez, en mucho tiempo, siento que me buscan a oscuras y no me encuentran. Esos ojos que me miran.
Estoy cansada, de palabras, de príncipes y diablos, de armaduras y de púas, de guerras, de batallas, de trenes, de tratar de entender a las personas. He dejado de ser, unos ojos que miran.

Hoy en el bus, un chico me rozó la espalda, y al pasar me levantó la chaqueta, que se engancho a su reloj, justo al final de la espalda. Lo hizo sin darse cuenta y al darse la vuelta mientras trataba de deshacer el nudo que se formó, sus manos tocaban mi espalda. Estaba pegado a mi cuello, tratando de quitar el reloj. Tenía las manos frías. Pude sentirlas. Sentí su respiración en mi cuello. Todos nos miraban. Él se puso nervioso.
Se me formó ese nudo en el cuello, y toda mi piel sintió el tacto exacto de su piel. Fueron tres segundos. Suficientes. Me imaginé que lo hacíamos en medio de ese autobús. Me lo imaginé en mi cama. Lo tenía en mi espalda.
Fueron solo tres segundos, en ese tiempo, consiguió liberar el reloj y bajarse del autobús.
Esos tres segundos, fueron suficientes para llegar hoy a casa, y haber sacado esta conclusión, para haber llorado, y para haberme quedado desnuda en cama.
Cuando un cuerpo es cuerpo y deja de ser cuerpo para ser sexo.
Cuando araño es que no aguanto más, mi yo deja de ser yo, se eleva y paso a verme desde otro lado.
Hoy me arañaba la nalga, en esa curva exacta entre mi sexo y el resto de mi espalda.
Me la arañaba, cuando mi yo deja ser yo, cuando mi cuerpo solo es cuerpo. Me clavo las uñas.
Pierdo la noción del volumen de mi voz y mi yo deja ser yo y paso a dejar de controlarme.
Ya no veo nada, ya no siento nada.
Hoy sentía como dos cuerpos desnudos podían pasar a ser uno solo, cuando la piel ya no es ni de uno ni de otro, cuando ya no sientes el dolor, cuando ya no te importa, sólo lo quieres más adentro, más fuerte. Eres esclavo del sexo opuesto. Le necesitas para sentirte entero.
Te gusta como sube y baja encima de ti, te gusta como se agarra a tu espalda y aprieta su pelvis contra ti, quiere más, ese modo de moverse...
Le gusta tu impaciencia, ese juego de niño, que lo quiere tocar, tener, y no se aguanta. Ese modo de cerrar los ojos y suspirar. Le gusta como la agarras de las muñecas, como en su espalda dejas de ser tu para ser otro, como le duele.
Te gusta como te agarra las piernas, su lengua, sus labios que sin ningún prejuicio dejan de tener límites. Por que tu eres como ella, te gusta. Te gusta que te lo haga despacio y empujar su cabeza contra la pared, agarrarla del cuello y empujarla. Te gusta el punto exacto entre lo obsceno y todo lo demás. Te gusta como te la aprieta, como la toca. Te gusta como se los mete en la boca, como los besa, despacio. Te gusta como juega contigo, como aguanta y se va. Aunque no lo sepas o no lo quieras ver, no es que te gusta cómo lo hacen, te gusta su modo de hacerlo.

Has dejado de perder la cuenta. Ya no le importa. Podría gritarlo. Es adicta al sexo.
Pero no a cualquier sexo, no a ese juego barato, en que buscas un equilibrio que no llega, un movimiento que no es el tuyo, una pasión siempre insuficiente.
Le gusta el sexo del deseo de otro cuerpo, de ese vicio, de ese juego en que lo tomas o lo dejas, como se lo gritan al oído en un baño cualquiera, como entra entera, como le duele, como la buscas, como le agarras la mano, como se lo tocas, como le metes la mano por debajo del jersey, como te mueves, ese movimiento, porque la piel también recuerda.
El movimiento.


Ahora muévete.
Si no lo haces, ya lo he hecho yo por los dos.
Casi todos los días.
Me gustaría pensar, que todas las veces en que mi felicidad se ha visto afectada, haya sido por conseguir algo mejor.
Me gustaría tener la certeza, de que al menos en toda la historia alguien saque algo de provecho, aunque no sea yo.
Me gustaría pensar que al menos voy a aprender algo, que al menos el no hacer caso a mi corazón me sea de utilidad.
Me gustaría pensar, que esta sensación de estupidez y humillación se pueda ir algún día de mi vida.
Me gustaría pensar, que estoy sola de verdad y que no me queda nada más que lo que hay hoy aquí.
Me gustaría creer, que no hacer caso a mis sentidos y a lo que llevo dentro, me lleve de verdad a alguna parte.
En verdad, sé que no es cierto.
Sé que no hacer caso a lo que llevas dentro nunca va a traer nada bueno, y que simplemente te conviertes en un barco a la deriva, que has dejado de escuchar el río, y vas a ir a parar a dónde todos paran. Pero no puedo hacer nada, soy incapaz de mover un solo músculo, soy incapaz de rendirme a la situación, soy incapaz de intentar nada, soy incapaz de ser Amanda.
Odio esta mediocridad y esta falta de amor en mi vida.
Es cierto, odio las personas así, odio ser una cobarde. Odio este capítulo de mi vida. Odio a la gente que nunca apuesta por nada, odio a la gente que no se implica, odio a la gente que no se mueve, y odio a la gente que no cree en lo que siente.
Y me he convertido en una de tantas, en una más. En una de esas personas mediocres que han dejado de creer en todo.
En esto me he convertido, en alguien que sale corriendo cada vez que alguien se acerca.

Pan de pasas y nueces.

Hoy me acordé de la película "La última Estación"

Sin duda alguna, esta es una de mis películas favoritas.
Durante toda su vida, Sofía trató de convencer a Tolstoi para usar métodos anticonceptivos, él se negaba en rotundo y llegaron a tener 13 hijos en total.
Sofía, copió siete veces el manuscrito de Guerra y Paz. Se decía que se lo sabía de memoria.
Se ocupó de la documentación de la vida de su esposo, y se ocupaba de la correción de todas sus obras. Enseñaba a leer y a escribir a todos sus hijos.


Antes de su muerte, Tolstoi quería donar todos sus bienes y los derechos de la familia, en favor de la pobreza y de su "obra". Antes de morir, se marcha de casa dejándole una nota, y le dice que se va en tren por Rusia, para sentirse libre por su conciencia de dejarla sin nada, y dice "buscar la paz".

Esta es mi escena favorita de la película, Sofía del disgusto, sale corriendo de la casa gritando y se lanza corriendo a un lago vestida. Es una escena bastante cómica. De hecho, me hizo muchísima gracia, porque en realidad se parece a mí muchísimo. Cuánto más veo esa escena, más me gusta. De hecho, el "tirarme al lago" se ha convertido en un refente en mi vida.

Sofía, después de tirarse al lago, decide alquilar un tren y seguirle por Rusia.
A los 10 días de su enfermedad empeora, y lo refugian en una estación para morir, en Astapovo.
Sofía llegó a tiempo, pero no le dejan que lo vean por si él cambia de parecer.
Ella espera en el tren, a que su marido muera.

El caso es que en sus últimas horas, Tolstoi no deja de preguntar una y otra vez por Sofía. Sabe que ella está allí. " Es tan testaruda que ha sido capaz de venirme a ver morir"
En sus últimos delirios, no dejaba de llamarla una y otra vez.

En verdad, en la historia, la postura de Sofía nunca fué valorada.
Se la vió como aquella que quería hacer renuncar a Tolstoi de sus últimas voluntades, y se la describió como una figura oscura.

Ya ves, mi personaje favorito, en su huída despavorida al lago...

He ido al videoclub a alquilarla, y no estaba.
Así que me he alquilado El erizo, que ya la he visto, pero tengo ganas de volver a verla. Por el camino, me compré pan de pasas y nueces, y me lo he comido entero. No ha llegado ni al portal.

He pensado muchas veces en tirarme al lago yo también.
Pero en vez del lago, yo me tiro en la bañera, que es lo más parecido que tengo.
Y funciona, mi frustración se ve aliviada durante ese buen rato.

Hoy ha sido un día horrible, pero eso es una tónica general, es una "costumbre internacional"....

3 de Febrero

Hoy ya es día 3, otra vez.
Y la pregunta que sigue en mi cabeza, es ¿ qué debo hacer ?
Puede parecer algo simple, pero es más complicado de lo que parece.

No me apetece nada escribir, lo hago porque es día 3.
No es que no tenga nada que decir, es que lo que sale de aquí dentro no es bonito.
Quizás porque dentro de mí, ya no queda nada bonito.

Lo siguiente que me queda, es desaparecer.
Ojalá pudiese borrar toda mi existencia de un plumazo y observar al mundo desde el aire.
La gente me hace daño, y es una realidad palpable en mi vida.
Igual es que no estoy hecha para relacionarme con las personas.
No creo que haya nada bueno que yo pueda aportar a nadie,
ni creo que haya aportado nada bueno.
Pero es porque vivo, y vivo moviéndome constantemente.
No dejo de moverme. Y vivir y moverse, es doloroso.
Quién vive y se mueve, sufre.
Quién vive y se esconde, no es nadie.
Quién vive y no hace nada, es como si no estuviese viviendo.

Estoy deseando que el tiempo pase veloz.
Que cuando abra los ojos, yo ya no este aquí y nadie me recuerde.
Hoy es un día de esos, en los que no me gusta ser de las que se mueve....
Tengo escalofríos y no sé si es que la muerte ha decidido venir en mi busca,
o es que me voy a quedar en este estado permanente.
A veces es necesario volver a enamorarse de algo, para sentirlo tuyo otra vez.
Vuelves a enamorarte de una canción, de un gesto o de una costumbre.
A veces necesitas volver a enamorarte de tu vida, y necesitas querer la soledad.
A veces puedes llegar a odiarla y necesitar echar de menos eso que, un día buscabas, encontraste y estropeaste.
Yo me volví a enamorar de muchas cosas de mi vida,
me volví a enamorar de mi misma, otra vez.
Volví a enamorarme de mi carrera, y de las ganas de ejercer.
Volví a enamorarme de "La habitación roja", un grupo que durante años odié.
Volví a enamorarme de pasear y de recorrerme sola las cafeterías.
Volví a enamorarme del café.
Volví a enamorarme de darme baños de dos horas.
Volví a enamorarme de leer libros antes de dormir.
Volví a enamorarme de algunos recuerdos, y de sensaciones.
De esa sensación que tenía en los recreos, cuando sabía que iba a verle y salía corriendo de clase, después de estar una hora viendo el reloj.
De esa sensación cuando llegaba el fin de semana, y no había para mí nadie más que él y nos pasábamos horas tirados en el pasillo de casa.
De cuando dormimos por primera vez juntos en una tienda de campaña, y para mí aquello era como el cielo mismo.
Cuando en verano se iba y me pasaba los días echándole de menos, como si no existiese otro mundo para mí.
Hoy, todo eso queda lejos y es más fácil volverse a enamorar de algo que ya no nos duele.
Pero hoy puedo decir que volví a enamorarme de muchas cosas de mí recientes, como de las primeras veces que hablábamos por el ordenador, de las primeras canciones me mandaba, de la primera vez que hizo el camino y me dijo: espérame voy en camino.

Volví a enamorarme de alguien que, vivía con intensidad plena todo lo que le sucedía, y hacía suya cualquier persona. Volví a enamorarme de esas ganas que tenía, de cruzarme el país con alguien a quien apenas conocía, de esa confianza ciega en mi corazón. Volví a enamorarme de esa Amanda que actúa por impulsos, y le importa bien poco el protocolo. De la que se va de repente del país en busca de algo, y de la que necesita muchos abrazos al día para ser feliz.
Y aunque en mi vida, sólo sea yo, la que me ame a mí misma y a todo lo que fui y soy, y la que no haya cambiado, me llega y me basta.
No me sirven de nada, los consejos de que debo cambiar, ni me sirve de nada que me digan que jamás olvidarán mi sonrisa. Porque si la olvidarán, si se han olvidado de todo lo demás, también se olvidarán de eso. No me sirve de nada, ver el comienzo al final de una etapa, porque mi vida no funciona por etapas, que cierro y abro a mi antojo, que decido poner fin a una etapa de mi vida romper y empezar de nuevo esperando que todo cambie, porque yo por dentro sigo siendo la misma que ayer y no cambio de corazón. No me sirve de nada, los consejos de la gente, la esperanza de: "ya verás, eso es porque estás creciendo" O " es el final de una etapa de tu vida"
Para mí esto no es crecer, es estar dando vueltas a ciegas intentando buscar algo que no se mueve. Ni es el final de ninguna etapa porque me veo en el espejo y sigo teniendo los mismos ojos grandes de ganas de vivir. Las etapas no se acaban, suceden.
Para mí, esto es volver a enamorarme de mí misma, de mi yo soñador.
De levantarme y decir: Hoy pese a todo, voy a tener un buen día.
Y tenerlo...