Una vez que llevas tres días enteros sin ver a ningún ser humano, cuando sales a la calle todo es un poco ¿"burdo"?.
Ves a las personitas ahí con sus abrigos, y sus andares. Con sus bolsas y sus conversaciones.
Ves como el mundo va y viene, gira, sin importarle a nadie el pozo que puede ir andando por la calle tan tranquila.
(BSO DE LA ESCENA, Easier de Grizzly Bear)
El caso es que, de un modo u otro se me ve en la cara una palabra.
El caso es que, de un modo u otro algunas personas parecen verme con sorpresa.
Se encuentran de flash con mis ojos, y saben que no hay ni nada ni nadie.
Hoy decidí volver a leer. Fui a una cafetería lejos bien lejos para seguir estando sola, y sonaba una canción.
Entré en ese sitio porque no había nadie.
Me pedí el café a un camarero desde la puerta como si fuese invisible y haciendo caso omiso de la canción, leí.
Leí cosas tristes. Y el camarero, de las primeras personas con la que tuve algún tipo de conversación/contacto, me miraba desde la barra atento. Debió molestarle mi presencia.
Observó como me sentaba con atención y su cara era de un profundo interrogante.
Nunca nadie entró en esa cafetería ni de ese modo, ni con esos ojos.
El caso es que yo, podía verle desde el cristal reflejado. Cada frase que leía y subrayaba con mi portaminas Berlinés, levantaba los ojos y podía verle inmóvil clavando la mirada en mi nuca.
El chico estaba petrificado tras la barra mirándome.
Cuando me dió el café se encontró con mis ojos y mi sonrisa más falsa que nunca, y seguramente se quedó peor. Quise ser algo amable, pero me salió silencio de la boca.
El caso es que su mirada me fulminaba por la espalda.
Me estaba pidiendo a gritos, una respuesta, un: que aparezca alguna amiga y que se pongan a hablar de algo para romper esta situación tan incómoda, o un: que le hubiese pedido el café con una sonrisa o un: vaya que frío.
El caso es que, que alguien me observase de ese modo interrogatorio me hizo sentir horriblemente triste. Mi imagen vista desde fuera debe ser muy triste. La imagen que doy al mundo. Si le hubiese contado algo de mí, seguramente no lo creería.
Empecé a ver las letras borrosas y cerré el libro. Había leído 3 frases.
El café aun ardía, eché el azucarillo, removí rápido y me lo bebí por educación y por respeto a mi dinero, si no lo hubiese dejado ahí con su espumita. Me quemé la garganta.
Guardé todo en el bolso y fui a pagarle.
El chico estaba más petrificado que antes y se puso blanco.
En ese momento sus dudas sobre mi persona se habían disipado: yo era un fantasma tenebroso que transmitía frialdad.
Le dejé 1€ con 50 encima de la barra sin siquiera saber el precio.
Salí corriendo de allí, con la sensación de una persona que se ahoga. Y vi la calle.
Apurada a todas partes y a ninguna, me dí cuenta de lo poco que me importan y transmiten las personas. El ser humano en general.
Volví a casa pensando en el fracaso de mi excursión, y cuando me dí cuenta tenía la cara llena de lágrimas. Y sin saber porqué, entré en un kiosko y me compré una revista.
Como para decirle al kioskero: mira leo revistas en mi casa para hacer algo.
Es una revista de libros, ni siquiera sé muy bien de que trata.
Esperando sentirme mejor conmigo misma, me vi en el ascensor intentando poner una sonrisa.
Varios intentos, y ninguno funcionó. Solo se veían mis ojos vacíos en el espejo.
Si mi vida fuese una película, la escena que viví hoy sería la mítica escena en que nadie sabe que va a pasar, en que la gente se levanta para ir a la baño o a hacer palomitas, y la mítica escena en que esperas un susto o que algo suceda.
Y como nada sucede, y los minutos de la película pasan sin más,piensas: ¡¡¡¿BUENO?!!!¿esto es una broma del director verdad?! ¿De qué narices va está película? Que salga de una vez el asesino, el espíritu o aparezca alguien...Y entonces el espectador pensaría: maldito cine independiente de depresivos.....!!!!
Reflexión interior: Entonces, este es el momento de mi vida. En el que me escapo de los sitios, huyo de las personas, he cerrado facebook y cualquier tipo de red social similar y no quiero ver a nadie porque no tienen nada bueno que ofrecerme.
Según un Duende que me visita por las noches, eso es que algo grande me espera, estar en este momento es como saber que todo lo que va a venir va a ser bueno y va a ocupar un gran espacio en mi vida porque no hay nada aquí dentro ahora mismo.
Déjeme dudarlo Señor duende.
Si hay algo que me ha enseñado el 2011, es que cuando nunca esperas que algo pueda ir peor, entonces puede ir a peor.
La escena de la película continuaría conmigo en la bañera hundiendo la cabeza una y otra vez abriendo los ojos debajo del agua esperando ver alguna cara del ultramundo.
Después un primer plano de mis dos plantas a punto de morirse.
Por último, sonando el final de la canción, y un gran FIN.
(decepción de los espectadores en general)
No hay comentarios:
Publicar un comentario