Mucho más sencillo


La vida es mucho más sencilla.
Basta con poco.
Con nada más que una voz.

La vida es mucho más sencilla.

Es una voz y poco más...
y cuando se desvanece
aparece paulatinamente la razón.

Cae despacio,
sin nada más que mi yo desnuda.
Resbala por mí.
Es casi como el agua.

Ha empezado en el corazón
y se ha dejado caer hasta los pies.

Está ahí en el suelo la razón,
nadie la quiere ver.

Mi yo desnuda sigue con los pies en suelo.
Ya ha pasado despacio por cada rincón,
cada curva, cada lunar, cada pliegue.

La vida es mucho más sencilla.

Es casi un color,
casi una sonrisa,
casi una voz.
Casi una palabra.

Pero no llega a ser nada,
poque no es nada más que eso,
vida.

Y no hay que hacer nada más,
que esperarla de pie,
desnuda,
dispuesta a que recorra cada pliegue y cada curva,
que bese cada rincón,
que huela cada parte de mi piel.

La vida es eso.
Como cae la razón dentro de nosotros mismos.

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