"Somos hoy lo que éramos ayer"

Somos hoy lo que éramos ayer...

Esto no significa que se deba marcar el paso y no tratar de desarrollarse, al contrario, hay una razón imperiosa para hacerlo y encontrarlo.
Dijo un Hombre: "Es posible que mi fervor me haya engañado, que haya tomado el mal camino y que siga mal, ¡ay de mí¡ Si me librara de esta incertidumbre y si pudiera tener la firme convicción de que terminaré por tener éxito y vencer..."
Y una voz entonces le contesta: "Y si tuvieras la certidumbre ¿qué harías?. Haz como si estuvieras seguro y no serás confundido"

El que vive sinceramente y encuentra Penas verdaderas y desilusiones, que no se deja abatir por ellas, vale más que el que tiene siempre el viento de popa y que sólo conocería una prosperidad relativa.

Desde el momento en que nos esforzamos en vivir sinceramente, todo será para buen fin, hasta si debemos inevitablemente tener penas sinceras y verdaderas desilusiones; cometeremos probablemente también gruesas faltas y haremos malas acciones, pero es verdad que es preferible tener el espíritu ardiente, aunque se deban cometer más faltas, que ser mezquino y demasiado prudente.
Es bueno amar tanto como se pueda, porque aquí radica la verdadera fuerza, y el mucho ama realiza grandes cosas y se siente Capaz, y lo que se hace por amor está bien hecho.
Cuando quedamos impresionados por uno u otro libro, es porque estos libros han sido escritos con el corazón, en la simplicidad y la pobreza de espíritu.

Si se continúa amando sinceramente lo que es en verdad digno de amor y no se derrocha el amor en cosas insignificantes y nulas e insípidas, se logrará, poco a poco más Luz y se llegará a ser más fuerte.

A veces conviene ir hacia el mundo y frecuentar los hombres pues uno se siente allí obligado y llamado, pero el que prefiere permanecer solo y tranquilamente en Su Obra y sólo quisiera tener muy pocos amigos, es el que circula con más seguridad entre los hombres y en el mundo.
No hay que fiarse jamás al hecho de no tener dificultades y preocupaciones y obstáculos de ninguna naturaleza, pero no hay que hacerse la vida demasiado fácil.
Y el que continúa guardado la pobreza para sí y la ama, posee un gran tesoro y oirá siempre con claridad la voz de su conciencia.

De Vicent y de la Luz de Turner.

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