"Tu ciudad es un regalo para mí.
Quizás ya no nos miramos como antes,
pero nos miramos como ahora.
Muchas veces me despierto aquí
despierto, y tú, no estas.
Me entra el frío y me acurruco entre tus mantas.
Pero ahora no necesito desconfiar de mi confianza
porque las luces de tu ciudad, arreglan mis noches.
Y yo sé que tú ni eres mi padre,
ni ninguno de aquellos hombres
que no supieron ni amarme
ni conocer el color verde de mis tardes.

Ayer cuando no estabas,
supe que subiste a las cimas de tus edificios,
y observaste la basura de tu espacio
y cosas mal dibujadas.
Te esforzaste como solo tu te esfuerzas
para mejorar todo aquello que no cuadraba en tu ciudad:
algo tapaba la luz que arreglaba mis noches.

Me dijiste: "mira"
Yo entendí al instante.
Desperte, vuelves.
Toda la luz entraba por la ventana.
Como todas las noches
desde que estoy en tu ciudad. "

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