recurring

"Lo que nos separa de los demás
no es tal vez lo que sabemos de ellos,
si no aquello que nos callamos."

Y de repente le parece comprender qué es lo que de verdad quiere de ella.
Ella quiere ser amada, pero no ama.
Con qué violencia y falta de lógica quiere que sus deseos sean satisfechos: como si fuera una cuestión de vida o muerte.

Pero Erika ya no comprende cuál es la meta de esos deseos. Tal vez no tienen ninguna. Es un amor que no busca satisfacción.
Y tampoco se trata ya de una cuestión de sensualidado de erotismo. Sólo de ternura- un confortante bienestar.
Pero para amar de verdad es necesario entrar en contacto con el mundo, eliminar la sospecha y el miedo - y Annemarie no es capaz de hacerlo.
Es un amor condenado a verse reducido a desilusión, y a dar incluso origen a un actitud hostil. Antes o después Annemarie, su amada, su niña acabará odiándola - porque odiamos a aquellos que no nos aman.
Y entonces,
entonces,
entonces...
La traicionará.

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