Los hombres somos capaces de crear historias increíbles.

Se van sucediendo miles de pequeños detalles,
que al cabo del tiempo se convierten en la historia.

Y un buen día decides pensarlo, y se te viene a la mente,
que tu eres dueño de Esta historia.
Y hago mío el pensamiento y llego a la conclusión de que en realidad pocas personas puedan decir, que sin haberse dado cuenta hayan creado una Historia.
Que son dueños de ella, de cada pliegue y cada tramo.
Han vivido en ella.

Yo he vivido mi Historia.
Y la vivo inténsamente,
quienes me conocen,
saben que por mi cabeza nada pasa sin más.
Todo es sometido a un "proceso de asimilación a la historia".
Porque yo Amo la historia que estoy viviendo,
la amo tanto que jamás la cambiaría por otra.
Amo cada lágrima y cada sonrisa.


En realidad, tener una Historia propia,
y encontrar a alguien que logre entenderla,
creo que es una de esas cosas que un ser humano persigue durante toda su vida.

Las historias no se acaban, llegan hasta el punto que nosotros queremos que llegue.
Incluso cuando estamos ausentes, podemos seguir formando parte de la Historia.
De eso se trata, de ser dueños.
Si la Historia se apoderase de nosotros, no la viviríamos plenamente.
Simplemente nos limitaríamos a existir...

Yo leí un libro que se llama: Esta historia.
Es un libro precioso.

He decidido abrir el libro, y escribir aquí lo primero que encuentre subrayado.
Página 206.

"Esa misteriosa circunstancia de que las cosas de nuestro pasado sigan existiendo incluso cuando salen del radio de acción de nuestras vidas y que, es más, maduran, trayendo frutos nuevos en cada estación, para un recolección de la que nosotros ya no sabemos nada más.
Es la persistencia ilógica de la vida."

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