Para los enamorados de la Música...

Das ist Berlin!!!! Increíble.
Después de una dura mañana hablando alemán por los codos, me propusieron hacer una excursión a la "Teufelsberg"... A mi no se me sonaba de nada, así que internet en mano me explicaron que se trataba de una gran montaña de escombros, que acumularon durante la limpieza de la ciudad tras la Segunda Guerra Mundial. Se tardaron 25 años.
Un berlinés de los de verdad, nos lo recomendó y nos dijo que no se nos ocurriese irnos sin visitar un centro de escucha americano que usaban durante la Guerra fría para escuchar a los RDA.
En internet ponía que ese sitio estaba abandonado y que de ningun modo se podía visitar.
Pero el berlinés insistió, y al final accedimos a ver con él la "montaña de escombros".
Después de cruzar todo Berlín, y llegar a una zona muy "gallega", vimos la montaña. La verdad que es impresionante. Vas caminando por una especie de "bosque" y miras al suelo y ves trozos de vida, ladrillos, azulejos...
Se me pusieron los pelos de punta. Ahora el sitio es precioso, tiene varias zonas para andar en bici además de un rocódromo y muchas zonas para escalar.
El dichoso amigo nuevo, insistia en que fuésemos al "centro de escucha"...Yo estaba muy pero que muy cansada. Pero al final me salió la vena aventurera que llevo dentro y decidí animarme a colarme en sitios prohibidos.
Nos encontramos con 3 alambradas, varios muros. Pero él nos dijo que teníamos que entrar.
Después de varos horrores y mi horrible miedo, pues era la única chica y no es que se me de muy bien escalar, conseguimos colarnos. Un momento de huída en que nos pareció ver a un policía, me caí y casi me rompo los dientes. Uno de nosotros se rompió el pantalón.
Juzgar por las fotos. Al principio pensé: pero que loca estás Amanda, como te metes aquí...
Todo abandonado, pero una vez entramos en "el centro de escucha" la cosa cambió.
Resulta que es uno de los sitios más berlineses que existen. La especie de cúpula gigante es utilizada como discoteca, incluso cobran 4 euros la entrada. A las 15 de la tarde hacen conciertos de guitarra y coros, y la acústica es increíble, dicen que es uno de los mejores sitios para escuchar música.
Todos los días hay fiestas, muy electrónicas, mucha droga y demás.
Yo no dejaba de alucinar, como en un lugar así podía existir eso. Me empecé a emocionar porque había una mini ciudad, exposiciones de fotos incluso.
Un sitio 100% recomendable para los que no tengan miedo a nada y les mole el rollito "underground".
Yo cuando entré estaba cagada, porque eso de andar saltando alambradas no es lo que pensaba hacer mi tercer día en Berlín, pero lo que me encontré dentro, increíble.
Una experiencia única...
Cosas que solo me podían pasar aquí.

Nuestros amigos nos sorprendieron con un concierto de guitarra increíble. Me vinieron ganas de llorar. Porque entraba la luz y el sonido, no sé... Quizás fuese el alcohol pero creí estar en el cielo.
Ese sitio es como un altavoz enorme. Para conseguir subir arriba debes conocer a alguien, pues es bastante complicado, es como un laberinto. Pero en definitiva, hay señales por el suelo que si sabes Alemán y tienes un poco de gracia consigues entender.

Por hoy poco más, ya ha sido demasiado para mí. Entre la bici, y que después me perdí al volver a casa, solo necesito dormir.
Mañana me toca a mí organizar la "excursión"... Aunque al final siempre acabamos rendidos. La verdad que me siento muy a gusto, ser la única tiene sus ventajas, se preocupan más por mí que por ellos mismos! Así da gusto!!!

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